Cumbre

Pedro Sánchez vs. Justin Trudeau, la guerra de los guapos de la OTAN

Está claro, la cumbre de la Alianza ha reunido en Madrid a los mandatarios más bellos. España y Canadá se baten por el primer puesto

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), a su llegada a una rueda de prensa después de su reunión en el Palacio de La Moncloa, a 30 de junio de 2022, en Madrid (España). Este encuentro se enmarca dentro de las audiencias programadas del presidente del Ejecutivo español con los líderes internacionales con motivo de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. La Cumbre de la OTAN 2022 finaliza hoy tras dos sesiones. La celebración coincide con el 40 aniversario de la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. 30 JUNIO 2022;SHEIN;POP UP;TIENDA;BARCELONA;MODA;ROPA;PROMOCION;MARKETING;CATALUNYA;ONLINE;APP;VESTIDO;VESTIDO DE CUADROS A. Pérez Meca / Europa Press 30/06/2022
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), a su llegada a una rueda de prensa después de su reunión en el Palacio de La Moncloa, a 30 de junio de 2022, en Madrid (España). Este encuentro se enmarca dentro de las audiencias programadas del presidente del Ejecutivo español con los líderes internacionales con motivo de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. La Cumbre de la OTAN 2022 finaliza hoy tras dos sesiones. La celebración coincide con el 40 aniversario de la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. 30 JUNIO 2022;SHEIN;POP UP;TIENDA;BARCELONA;MODA;ROPA;PROMOCION;MARKETING;CATALUNYA;ONLINE;APP;VESTIDO;VESTIDO DE CUADROS A. Pérez Meca / Europa Press 30/06/2022A. Pérez MecaEuropa Press

Las cejas con el grosor exacto, el rostro perfectamente cincelado y el discreto encanto de las primeras canas. Cualquier hombre querría parecerse a ellos y cualquier mujer querría echar los brazos alrededor de su cuello. La cumbre de la OTAN ha reunido a los dos mandatarios más guapos del mundo, Pedro Sánchez y Justin Trudeau. O eso se desprende del revuelo que desatan. Tienen 50 años y casi idéntica estatura. Trudeau es una mezcla de Kit Harington en ‘Juego de Tronos’ y un príncipe Disney. Su atractivo llamó la atención cuando fue elegido primer ministro canadiense, en 2015. «Super hot», tituló la revista Us Weekly. A nuestro presidente le encontraron parecido con Superman hace un año, durante su gira por Estados Unidos. Diez minutos en televisión bastaron para no dejar a nadie, pero a nadie, indiferente.

Cada uno tiene, sin embargo, un rasgo distintivo. Trudeau, sus llamativos calcetines. Son su marca personal y lo único que consigue apartar la vista de sus ojos azules. Sánchez prefiere otro tipo de relumbrón, aunque en esta ocasión ha optado por una moderación que, según analiza para LA RAZÓN el experto en imagen y comunicación política Manuel Sevillano, ha sido la nota dominante en la cumbre. «Podría haber salido con algún exabrupto como el Falcon, pero se ha mostrado discreto como anfitrión y consecuente», dice. Juntos serían «la solución perfecta para lograr la paz», ironizó Wyoming hace unos meses en su programa al ver la imagen de su encuentro en Letonia. «¡Por favor, qué belleza!», exclamó. Simbolizan la era de la guapocracia, al margen de si la guapura suma o resta autoridad. Cada líder se ha presentado con su particular semiótica, a pesar de que, como insiste Sevillano, el rasgo más elocuente ha sido «la discreción, la confianza y la cercanía entre todos». Lo observa en las corbatas, de tonos fríos, y también en la imagen proyectada por el rey Felipe, sonriente y con continuos guiños de complicidad. O en la austeridad de la reina Letizia, que brilló en la cena oficial con un vestido de firma española y zapatos de Manolo Blahnik. Impecable igualmente Jill Biden, con un sastre blanco, collares de perlas, sandalias con brillantes y manicura francesa.

Los reyes Felipe (2d) y Letizia (i) posan con el presidente de Estados Unidos Joe Biden y su esposa Jill Biden
Los reyes Felipe (2d) y Letizia (i) posan con el presidente de Estados Unidos Joe Biden y su esposa Jill BidenJUANJO MARTINAgencia EFE

Sabiendo que la belleza es tiranía de corta duración, Macron ha jugado con la comunicación como magnífica baza. «Es el Kennedy de Europa y maneja a la perfección esa visión futurista que tuvo JFK sobre lo que debía ser la imagen política, ahora amplificada por las redes. Su paseo madrileño con traje de tres piezas sabía que tendría repercusión», explica Sevillano.

Trudeau y Sánchez podrían haber tenido como digno rival a Gauthier Destenay, el marido arquitecto del primer ministro de Luxemburgo. A pesar de haber robado todas las miradas por su impoluto estilo, incluso vestido casual, ha quedado diluido, según Sevillano, entre tanto comentario sobre alpargatas. El toque pintoresco lo ha puesto Boris Johnson con su traje desarmado. En fin, bendita «guapocracia».