Amor
Isabel Díaz Ayuso, Alberto González y el amor, la triple A de la presidenta
La relación entre la presidenta y Alberto González continúa viento en popa y sin baches
Isabel Díaz Ayuso hace muchos meses que no necesita llevar su vida personal en secreto. Le causa cierta gracia ser portada de las revistas del corazón, pero cuando la broma se repite con cierta periodicidad hay que tomar medidas. Por eso, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha decidido salir de las fauces de los «paparazzis» asfálticos (y playeros) y oficializar a su nuevo amor. Según ha podido confirmar este diario, la relación entre la política popular y el técnico sanitario Alberto González, de 45 años, con el que ya fue vista la pasada primavera en una escapada romántica a Ibiza, continúa viento en popa y sin baches. Tras varios meses sin imágenes de ambos juntos, el pasado domingo 10 de octubre la presidenta y su pareja se dejaron ver en público en el centro de la capital. Fue al acabar uno de los actos organizados por el Gobierno de Ayuso dentro del festival dedicado a la Hispanidad. Ella acudió a Chueca y a Las Salesas para asistir a un concierto a pie de calle para revindicar la cultura cubana, dentro de un espacio dentro de estos barrios rebautizado para la ocasión como «la pequeña Habana». Al finalizar el acto, Alberto acudió a recoger a la presidenta. Varios «paparazzis» inmortalizaron el momento. Con ello la pareja vino a dar continuidad a la «normalidad» con la que Ayuso se ha referido al seguimiento del que es objeto por parte de la prensa del corazón en las contadas entrevistas en las que hablado de su actual relación. Eso sí, fuentes próximas a la presidenta, tal y como ha venido sucediendo desde su llegada a Sol, han evitado valorar cualquier aspecto relacionado con privacidad.
Esta es la tercera relación conocida de la mujer que confesó a Bertín Osborne que «el amor se acaba cuando te das cuenta de que no quieres volver a casa». Su primer matrimonio es su secreto mejor guardado. Nada se sabe, excepto que estuvo casada cuatro años. Desde 2016 hasta que apareció Alberto González estuvo inmersa en otra relación, de la que poco se sabe. Se trata de Jairo Alonso, un estilista con el que se dejó ver en público en más de una ocasión. Ambos se conocían desde la adolescencia, cuando compartían veranos en Sotillo de la Adrada, en la montaña abulense. Alonso pertenece a la saga de peluqueros dueños de la cadena Rizos. Un hombre vital, deportista y emprendedor con el que mantiene buena relación. Los que la conocen dicen que Isabel tiene poco de «femme fatale» y no es mujer de ir dejando cadáveres por el camino.