Josep Piqué: «Como defensa del Barça sería un coladero»

–«Cambio de era». ¿El reciente y leve derrame cerebral ha supuesto algún cambio en su vida?

–No. Me han dicho que haga vida normal, y eso hago. Vivo con la misma ilusión y alegría que antes. Y sin miedo.

–La historia de la humanidad es la narración de los cambios constantes. ¿Para que todo siga igual?

–Eso decía el príncipe de Lampedusa, pero yo no lo veo de esa manera: hay muchísimas cosas que han cambiado para bien. No todo sigue igual.

–La hegemonía pasa de Norte a Sur y de Occidente a Oriente. ¿Una revolución?

–Una revolución pacífica, pero con tensiones.

–Decía Alicia: «Lo que conviene saber es quién manda aquí». ¿Quién...?

–Los chinos, EE UU, los indios, los brasileños... Vamos a un mundo multipolar: van a mandar muchos. Vamos hacia un mundo sin líder claro.

–¿Y eso es bueno?

–Yo creo que es bueno el equilibrio de poder.

–Los franceses, recuerda en su libro, aman las revoluciones, pero detestan los cambios. ¿Y los españoles?

–Amamos los cambios pero no tanto las revoluciones como los franceses.

–Creo que los políticos han abusado tanto de la palabra cambio que ya no significa nada...

–No le falta razón. La palabra se ha diluido. Yo hablaría más de transformaciones.

–¿Qué cambio necesita más perentoriamente España?

–La recuperación de la autoestima, salir del desánimo colectivo.

–¿Qué cambio necesita Cataluña?

–Entender que dentro de España está mejor que fuera.

–¿Qué cambio urge en el capitalismo?

–Tiene que aprender de sus excesos: la avaricia y la arrogancia.

–¿Y qué cambio necesita usted?

–Ya estoy cambiando por enésima vez. Soy hombre de muchos cambios.

–Hablando de cambios, ¿preferiría ser el Piqué que juega en el Barça?

–Lo veo como algo inalcanzable. Como defensa sería un coladero.

–Sí, jugaría mejor en el centro, pero está tan superpoblado...