Una de las noticias de la semana ha sido el giro profesional de 180º que ha dado la vida de Íñigo Onieva tras no llegar un acuerdo con Tatel. El empresario ha terminado su contrato laboral con los restaurantes en los que trabajaba como Relaciones Públicas y, aunque en un principio todo apuntaba a que el prometido de Tamara Falcó se quedaba en paro a mes y medio de su enlace matrimonial con la marquesa de Griñón, lo cierto es que esta decisión se llegaba de mutuo acuerdo después de que el joven no llegase a un entendimiento económico con el grupo de restauración en el que trabajaba.

Este nuevo escenario laboral le ha servido de empujón para centrarse definitivamente en su nuevo proyecto profesional. Íñigo Onieva va a montar su propio restaurante y tanto él como Tamara Falcó están muy ilusionados con esta idea. La pareja, que ya se ha reencontrado después de sus respectivos viajes de esta semana, parece estar muy tranquila con todos los nuevos contratiempos y cambios que están surgiendo a escasas semanas de su enlace matrimonial.

La marquesa de Griñón está muy emocionada y feliz por tener ya en marcha la confección de su vestido de novia y nada ni nadie va a arrebatarle la sonrisa. Esta mañana, la socialité ha salido de su domicilio del centro de Madrid para continuar con sus recados y la prensa la esperaba en la puerta de su casa para preguntarle sobre la nueva situación laboral de Íñigo Onieva y el plan B del empresario. La hija de Isabel Preysler, sin dejar de sonreír, ha cruzado la calle y se ha montado en el taxi que la esperaba, asegurando que "me parece todo fenomenal".

Tamara Falcó e Íñigo Onieva darán el 'sí quiero' el próximo 8 de julio en 'El Rincón' ante la mirada de más de 400 invitados. La boda, que promete ser uno de los eventos más importantes de la crónica social del año, ya ha sido categorizada como gafada, después de todos los contratiempos que ha tenido a lo largo de estos meses, desde la suspensión del compromiso por la infidelidad del empresario a la marquesa de Griñón el pasado mes de septiembre, a la ruptura profesional de 'Sophie et Voilà' con la socialité, quedándose sin vestido de novia a escasos dos meses del evento.