Cuentas
Samantha Vallejo-Nágera S.A: un negocio que va a mil en su 55 cumpleaños
Cumple este domingo 55 y está radiante con la televisión, sus patrocinios, su hotel en Pedraza y su empresa de catering
Dice Samantha Vallejo-Nágera que los «55 son los nuevos 25», justo la edad que cumple hoy. «Estoy un poco preocupada porque cumplo 55 y, cada vez, me siento más joven, más dinámica y con más ganas». Samantha es, junto a sus compañeros Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, la cocinera más famosa de la televisión. Los tres chefs han conseguido hacer de su profesión un éxito de audiencia gracias a su juicio implacable a los platos preparados por los participantes de «Masterchef», el talent culinario de más éxito en la pequeña pantalla.
La fémina de esta terna está de enhorabuena este fin de semana. Samantha cumple años en un momento de plenitud. Tras 13 años (12+1, dice ella) como jurado en el programa y como copresentadora junto a Jordi y Pepe, mantiene un perfil profesional de lo más activo fuera de los platós de televisión. Samantha hizo su primera incursión en la pequeña pantalla con un espacio propio en Canal Cocina donde preparaba todo tipo de recetas. Su telegenia ante las cámaras hizo que Shine Iberia, la productora dueña de los derechos del formato de televisión británico «Masterchef», creado por Franc Roddam en 1990, se fijara en ella. Quita hierro a su éxito televisivo. «Yo soy ante todo cocinera, me gusta que me conozcan como Samantha la del catering, me gusta comer y dar de comer y llevo comida siempre en el bolso», apunta a LA RAZÓN. Samantha ya era conocida en el ambiente culinario de la capital antes de hacerse famosa en los fogones de la pequeña pantalla.
En 1995, había montado «Samantha de España», su propio negocio de catering. Para ello fundó la empresa Samantha Vallejo-Nágera Catering SL, colocándose como administradora y accionista única de la sociedad. Radicada en la madrileña calle Barquillo, la empresa arrancaba su andadura con un capital de 3.000 euros, al objeto de «elaborar y distribuir de toda clase de productos alimenticios, así como (...) la ejecución de actividades relacionadas con el servicio de catering», señala. «Tengo más de 60 empleados y el año que viene cumplo 30 años desde que empecé con el catering». La cocinera se considera una afortunada por trabajar en lo que le gusta. «Para mí trabajar es una suerte, un premio, hago lo que me llena y disfruto cada día como si fuera el primero».
Dice no entender «eso que se dice ahora que el trabajo es un castigo, para mí no es así». Su espíritu disfrutón tiene refrendo en los números de la empresa. En 2023 Samantha de España logró una cifra récord en su volumen de negocio, rozando los 3,1 millones de euros y declarando unos beneficios después de impuestos de 130.814 euros. Una facturación que da una idea del éxito del catering, que incrementó su facturación 200.000 euros con respecto al ejercicio de 2022.
[[H2:«Soy cocinera, no empresaria»]]
El negocio del catering es uno pero no el único. En paralelo a su carrera como restauradora, en 2020 dio un paso más y montó un restaurante. Lo hizo junto a su marido, Peru (Pedro) Aznar, enólogo y director comercial en las Bodegas Marqués de Riscal. El local, que fue bautizado como Casa Taberna, está situado en la Plaza Mayor de Pedraza (Segovia). El local venía a recuperar una vieja tasca con terraza, que había cerrado en 2015 después de más de 200 años abierta. A la idea de montar un negocio se unía el especial significado que tiene la localidad segoviana de Pedraza para la cocinera, el pueblo familiar y el lugar donde pasó los veranos de su infancia y el lugar donde vive su madre, Sabine Déroulède.
El éxito de este local, decorado por su hermana Mafalda Muñoz, sorprendió a los propios dueños, que en 2023 recibieron un Sol Repsol. Eso sí, no apto para todos los bolsillos. La cocinera ha aprovechado el tirón televisivo para servir de imagen a distintas empresas. «Soy imagen de marcas y estoy encantada de unir mi cara a negocios de todo tipo».
Y es que Samantha se ha convertido en una influencer multiperfil. Lo mismo es imagen de Casi, una cooperativa de tomates de Almería, que presta su imagen a una línea de robots de cocina o da vida a una línea de vajillas propia a la que bautizó como Casa Samantha. Además, desde hace un tiempo es imagen de Lico, una firma de cremas y productos de belleza testada por un grupo de ingenieras. Pese a esta nueva dimensión, Samantha no pierde de vista lo que le gusta. «Yo siempre he sido cocinera y nunca empresaria, no llevo las cuentas, no tengo ni idea de eso, sé que me va bien, que gano dinero, y cuando no ha sido así pues me he apretado el cinturón, como todos». Además, reivindica el que es para ella el mejor negocio de todos: «Mi familia».