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El perro de Disney

Pluto existió: veraneaba en Marbella en la habitación 208 del Hotel el Fuerte y se bañaba en la Playa de Venus

Hablamos con Pedro Guerrero, el botones que paseaba al perro de Walt Disney por la playa por 50 pesetas

Walt Disney con Pluto Archivo

Pluto es un personaje de ficción que se hizo famoso mediante los cortos de animación de Walt Disney. Todos hasta ahora conocíamos al can, como el perro de «Mickey Mouse», que iba causando trastadas allá por donde pasase. Pero lo que no sabíamos es que Pluto era un labrador dorado que existió realmente y pasaba sus vacaciones en Marbella. Así lo ha sabido LA RAZÓN, ahora que la mundialmente conocida compañía Disney ha cumplido 100 años y para celebrarlo, ha lanzado diferentes iniciativas, entre muchos de los cientos de personajes y películas que nacieron gracias a esta factoría.

Su fundador, Walt Disney, pasó sus vacaciones del año 1958 en Marbella, concretamente en el legendario Hotel El Fuerte, en donde ahora pende su fotografía en una galería de retratos de personajes ilustres que pasaron por allí. Por aquel entonces, Pedro Guerrero era el botones del establecimiento turístico, solo tenía 15 años y tuvo el privilegio de ser «el paseador oficial del perro Pluto». «Siempre la gente ha pensado que Pluto era un dibujo animado y uy, cómo se equivocan. Pluto era un perro de carne y hueso que viajaba siempre con Walt Disney, allá donde él fuera y que tuvimos el gusto de alojar en este hotel donde yo le paseaba por la playa de Venus y cobraba suculentas propinas por hacerlo».

Un joven Walt Disney pocos años después de superar la gripe españolalarazon

Pluto era peludo con las orejas largas y «muy educado», nos cuenta Pedro a LARAZÓN. «Era tan gentil que Walt Disney me lo daba con su correa para que lo paseara, pero yo que era un chiquillo por entonces, cuando llegábamos a la orilla del mar decía: «Pobrecillo que correa ni ná…que correteé, voy a dejarlo libre». Pero Pluto estaba tan adiestrado, que cuando le quitaba el amarre, él mismo cogía la correa con la boca y me la ponía en mi mano para que lo volviera atar. Era como si me dijera: «Tú no me sueltes, que no me quiero perder. Era increíble lo de ese perro que nos tenía locos a todos».

El mejor momento del día era cuando Pedro Guerrero regresaba a la habitación 208 para devolver a Pluto a Walt Disney y se encontraba con la suculenta propina: «Él era muy generoso, hablaba perfectamente español, y siempre cruzaba alguna conversación conmigo preguntándome como se comportaba Pluto. Era muy espléndido, se iba a una de las mesitas de noches, abría un cajón y sacaba un billete. Por aquel entonces me daba 50 pesetas, que en aquella época era un dineral, por cada paseo que daba a Pluto. Yo la verdad es que me encariñé mucho con el can, pero lo de las propinas me venían de maravilla. Mi madre se ponía a llorar cada vez que entregaba un billete del señor Walt Disney, porque con eso teníamos para tres días para comer», recuerda ahora Pedro con una sonrisa en la boca.

Walt Disney, con su creación más icónica, el ratón Mickeylarazon

La playa de Venus era el escenario en Marbella de las andanzas de Pluto y Pedro, que bien podría ser otra de las películas de Disney. La familia de Pedro era muy conocida en la ciudad. Su hermano Antonio, el monaguillo, se vestía de cura en la Iglesia cuando faltaba un sacerdote, mientras Pedro campaba a sus anchas por la playa con el perro de sus sueños, que ya había sido inmortalizado por aquel entonces en los dibujos animados, y ahora se daba algún chapuzón que otro en las playas de la localidad de Marbella.

Walt Disney en «Villa Coneja»

Walt Disney se enamoró de Marbella y, además del Hotel El Fuerte, también se alojó en las casitas de Marbella Club, en un chalet que se llamaba «Villa Coneja». Pedro recuerda que le había cogido mucho cariño a Pluto y, aunque su dueño ya no estaba en el hotel, «yo me alquilé una bicicleta e iba todos los días a «Villa Coneja» para ver a Pluto y le llevaba también la correspondencia a Walt Disney. El hombre era tan agradecido, que me ponía una merienda enorme en la terraza, todo estaba buenísimo. Eran tardes que ya no se me van a olvidar». Pedro recuerda el gran amor que Disney tenía a su mascota. De hecho, en la ficción Pluto nace porque Mickey necesitaba una mascota.

Mickey Mouse y PlutoRedes sociales

Apareció un 18 de agosto de 1930, todavía sin nombre, en el corto de Chain Gang, que tenía a Mickey como protagonista. Entonces era uno de los dos sabuesos del corto. A partir de una idea del dibujante, el jefe del departamento de guiones de Disney comenzó a darle dosis de acción. La composición fue tomando forma, y así surgió ese perro, que es una precisa referencia de su género. A lo largo de los años, Pluto fue dejando en claro que tiene inscritos en su carta genética las cualidades perrunas en grado de exasperación. Por eso, con los años, Walt, que siempre tuvo una especial predilección por el mundo animal, decidió hacerse con una mascota lo más parecida a la que creó en la ficción y le puso por nombre Pluto.