Entrevista

Pilar Medina Sidonia: "Rosario Bermudo es una mujer que miente muchísimo"

La hija de «la duquesa roja» recurre la sentencia por la que se le embargan bienes valorados en casi un millón de euros, para pagar la deuda contraída con su hermana.

Pilar Medina Sidonia
Pilar Medina SidoniaGtres

La hija de la fallecida Luisa Isabel Álvarez de Toledo, conocida popularmente como «la duquesa roja», ha recurrido la orden dictada por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Soria por la que se le embargan bienes valorados en casi un millón de euros, con el fin de abonar a su hermana, Rosario Bermudo, hija extramatrimonial del padre de ambas, Leoncio González De Gregorio, la deuda que mantiene con ella a causa de la herencia paterna.

Pilar González de Gregorio, también conocida como Pilar Medina Sidonia, habla para LA RAZÓN en una entrevista exclusiva y aclara cómo se encuentra actualmente la situación entre ambas partes.

«La sentencia fue muy sorprendente, porque si la jueza aprecia que es la legítima, habrá que pagarla a partes iguales con mi hermano, y resulta que me carga a mí el setenta por ciento de la deuda, cuando no es justo…».

¿Por eso ha recurrido?

Efectivamente. La parte contraria solicitó un embargo provisional, pero nosotros lo hemos levantado, y hay que esperar a que se dicte la sentencia, a ver lo que decide la Audiencia Provincial de Soria.

¿A cuánto ascendía el embargo de sus bienes?

Pretendían embargarme más de novecientos mil euros, con unos intereses muy altos que no sabemos de dónde salen, pero está frenado con el recurso. Y espero que la audiencia se atenga a lo que es la Justicia y las leyes del Código Civil. Confío en que todo se resuelva pronto, porque en la Audiencia Provincial de Soria los trámites van mucho más rápidos que en Madrid… al haber menos procesos. Pero, vamos, que yo me encontré con un embargo total, lo que es inconstitucional, porque no se te puede embargar todo. Además, yo tengo una empresa con sus empleados, tengo que pagar sueldos, seguros sociales, facturas… y me encontré de repente con todo embargado. Imagínese el problema. Entiendo que tenga que pagar a Rosario la parte proporcional que me corresponde de la herencia de mi padre, y en principio la jueza dejó claro que se podía abonar en dinero o en propiedades. Y Rosario no acepta las fincas que le ofrecí. Solamente quiere dinero. Hombre, ya me habría gustado a mí que en el testamento se me dejara una cantidad económica, pero es que no fue así.

Creo recordar que inicialmente aceptaba las propiedades…

Pues ahora no. Me defenderé en el juzgado todo lo que pueda. No entiendo que la parte contraria haya pedido un embargo tan salvaje.

¿Se ha visto cara a cara con Rosario con el fin de arreglar las cosas amigablemente?

No. Y ni lo pretendo, tal y como están las circunstancias. Mire, se supo que ella había llegado a un acuerdo con mi padre, cuando él aún vivía, lo que no sabemos es la cuantía de ese acuerdo. Rosario Bermudo le dijo a una periodista que cuando era pequeña mi padre la ayudaba económicamente…

Ella asegura que nunca ha recibido nada.

Miente. En primera instancia reconoció que mi padre la conocía, y en el segundo juicio dijo que era todo mentira. Me llamaron de parte de ella con muchas exigencias, y prefiero no reproducir tan desagradables conversaciones.

Rosario llegó a decir que usted nunca se prestó a someterse a las pruebas de ADN, con lo que se habría evitado la exhumación del cadáver de su padre.

Otra mentira. Yo me ofrecí a hacérmelas y ella lo aceptó, con lo que se desestimó la exhumación, pero, sorprendentemente, Rosario volvió a solicitarla. Es que esa mujer miente muchísimo. Yo tengo pruebas y documentos de que quise presentarme a esas pruebas. Se las mandé a un programa de televisión y no las han sacado, será que vende más el testimonio de una señora que se hace la pobrecita y cuenta vicisitudes. Se prefiere propiciar algo que huela a escándalo. Y faltar a la verdad.

¿Y qué pasará si la Audiencia la condena a pagar lo que le debe en efectivo?

Pues que no tendré más remedio que sacar el dinero de donde sea para abonarlo.

Tras lo que me cuenta, no vislumbro un futuro encuentro entre hermanas…

Las circunstancias no son las adecuadas para que tengamos una cita. Sería un sinsentido, algo completamente improbable.

Mantiene una cierta amistad con Don Juan Carlos. ¿Irá a su fiesta de cumpleaños?

No, porque, aunque le aprecio mucho, no somos tan amigos.