El espejo del alma

Una nueva Ana Botella, renovada y seducida por Ozempic

Ana Botella, la expolítica madrileña y consorte del expresidente del Gobierno José María Aznar, ha regresado a la escena con un aire renovado y rejuvenecido, sorprendiendo a todos en la boda de su hijo.

Ana Botella en Madrid tras la boda de su hijo.
Ana Botella en Madrid tras la boda de su hijo.Gtres

A sus 70 años y después de ver a su marido hacer 600 abdominales diarios, decidió que era hora de ponerse en forma y también de revitalizar su imagen. Para ello, se ha dejado seducir por la tendencia del momento: el fármaco Ozempic, que ha transformado no solo su figura, sino también su actitud ante la vida. Botella luce ahora siempre feliz y sonriente. La vimos radiante en la boda mexicana de su hijo Alonso Aznar con Renata Collada, donde fue radiante de madrina en un Jorge Vázquez empolvado, y a su vuelta a Madrid, paseó su renovada imagen en una noche de premios con un vestido satinado con botas. Aquí, también se aprecia su nueva y estilizada figura, que ha decidido pasear radiante por los photocalls.

Sin embargo, la rápida pérdida de peso puede traer consigo efectos no deseados, como la llamada «Ozempic face», que se traduce en una pérdida de volumen facial y en una piel menos elástica. A pesar de ello, en el rostro de Ana no hay rastro del bótox, aunque se aprecian algunas líneas en su frente y entrecejo. En vez de eso, es probable que haya optado por rellenos dérmicos, como el ácido hialurónico, que ayudan a restaurar el volumen en áreas como las mejillas y la mandíbula, suavizando las líneas más marcadas. La ex alcaldesa también se ha entregado a tratamientos como Ultherapy, una técnica que utiliza ultrasonido para estimular la producción de colágeno y tensar la piel sin necesidad de cirugía. Además, ha incorporado bioestimuladores, que mejoran la firmeza de la piel al estimular el colágeno.

A lo largo de su vida, Ana Botella ha luchado insistentemente contra las marcas del acné juvenil, visitando centros de estética en centros de Madrid y Marbella, donde se sometió a tratamientos de radiofrecuencia, exfoliaciones, peelings químicos y masajes faciales. Consciente de los efectos del sol, ha cambiado sus hábitos y ha optado por la medicina estética para abordar las cicatrices profundas de acné con láser CO2, combinándolo con peelings de ácidos y bioestimulación con factores de crecimiento, logrando así una piel de calidad superior. Ana Botella no solo ha rejuvenecido su aspecto, sino que ha demostrado que el que la sigue la consigue.