El documental ""Matthew Perry: A Hollywood Tragedy", que se estrenó el pasado martes 25 de febrero en Peacock, analiza no solo la ascendente fama del actor de "Friends", sino también cómo fueron sus últimos días y la causa de su muerte. Una docuserie en la que se desvela que las 72 horas previas a la muerte del intérprete consumió "27 inyecciones de ketamina", un anestésico del que se abusa por sus propiedades alucinógenas. Perry murió de una sobredosis accidental a los 54 años.

En el documental aparece el ex fiscal general de Estados Unidos, E. Martin Estrada, que lideró la investigación y quien asegura que los culpables de suministrar la ketamina a Perry podían haber evitado sumuerte. El juicio comienza el próximo 4 de marzo.

Según el fiscal, estas personas fueron "oportunistas": “Se estaban aprovechando de un individuo y dejando que su codicia los impulsara a poner en peligro la vida del señor Perry”.

Tras la muerte del actor se detuvieron a cinco personas. De acuerdo a los mensajes de texto que se publicaron y que lo involucraron se consideró la adicción de Perry como "una máquina de hacer dinero" de la que algunos sacaron provecho. Entre los arrestados figuraba un médico, Mark Chavez; su asistente personal, Kenneth Iwamasa; Erik Fleming, un amigo de Perry que hacía de intermediario, y Jasveen Sangha, conocida como 'La reina de la ketamina'. Iwasama declaró que le había inyectado el fármaco a Perry a pesar de no tener conocimientos médicos. El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que su asistente, Kenneth Iwamasa, le inyectó tres veces con ketamina la mañana del 28 de octubre de 2023, el día de la muerte de Perry.

En el documental aparecen también las últimas palabras del actor antes de morir. Tras pedir una tercera inyección de ketamina a su asistente, el actor dijo: "Dispara una grande". Tras esas palabras perdió el conocimiento y falleció.