Directo Black Friday
Inesperada muerte
La familia de Carlos Goyanes que hace piña frente al dolor: ¿quién es quién?
Su viuda, Cari Lapique, está destrozada, al igual que sus hijas Caritina y Carla. Sus cinco nietos eran su mayor orgullo
La familia Goyanes está en estos momentos devastada. La inesperada muerte del patriarca del afamado clan, Carlos Goyanes, ha dejado a su familia y seres queridos con el corazón en un puño. Así lo muestran las primeras imágenes de Cari Lapique y sus hijas, Caritina y Carla, al hacer piña con sus incondicionales en el tanatorio para darle el último adiós. Un dolor ante la pérdida que se agudiza ante la incomprensión de lo sucedido, pues el empresario del sector inmobiliario de lujo ha perdido la vida a los 79 años, pero sin dar avisos previos, como así ha confesado su ahora viuda: “Ha sido inesperado y repentino”. Al tanatorio se han trasladado su mujer, sus hijas, sus nietos, grandes amigos de la familia y todos los que han querido arropar a la familia en tan duro momento, que les ha arrollado mientras disfrutaban de Marbella.
El destino ha impedido que Carlos Goyanes y Cari Lapique celebrasen sus bodas de oro. Tan solo un año ha impedido que brindasen por 50 años de matrimonio. Fue el 20 de septiembre de 1975 cuando se juraron amor eterno en la parroquia de la Virgen Madre de Marbella, siendo todo un acontecimiento social en la época. No era de extrañar, pues él era hijo de un afamado productor cinematográfico, Manuel Goyanes, quien tiene entre sus triunfos ser el descubridor de Marisol, con la que Carlos se casó el 16 de mayo de 1969, cuando eran unos veinteañeros. Su unió duró tres años. También su padre tiene renombre por haber trabajado con actores de la talla de Juan Antonio Bardem o Lucía Bosé. Ella, por su parte, tampoco era una desconocida en el star system patrio, siendo muy admirada por su belleza, además de por sus progenitores. Tenía como padre al empresario Manuel Lapique, quien además era vizconde de Villamiranda y como madre a Caritina Fernández de Liencres y Liniers. Como curiosidad, el día de su boda acudieron 600 invitados, entre los que estaba Carmen Franco, hija del dictador Francisco Franco, que tuvo un papel destacado al ejercer de testigo de la novia.
Aunque no han podido celebrar sus 50 años de casados a falta de 13 meses, al menos han conformado uno de los matrimonios más estables del panorama patrio. Fruto de él llegó al mundo primero Caritina, en 1976, que ahora tiene 46 años, para después alegrar sus días con la llegada de Carla Goyanes, de 40 años, en 1983. La primogénita se salió del carril marcado por sus antepasados, sintiendo predilección por la cocina. De ahí que abriese su propio catering que da de comer a los vips en grandes eventos, así como celebraciones privadas. No es el caso de Carla, que tras hacer sus pinitos como modelo, siguiendo la estela de la belleza que plasmó su madre en la década de los 60 en el papel cuché. Pero pronto quiso hacerse un hueco profesional también por su inteligencia, aplicando sus conocimientos en Administración y Dirección de Empresas a la compañía familiar, Agencia A Producciones Inmobiliarias. Una empresa levantada por su padre tras coquetear con la producción musical y que le llevó a amasar una gran fortuna tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
El ciclo de la vida convirtió a Carlos Goyanes también en abuelo. Un abuelo entregado a sus cinco nietos. El primero en llegar al mundo fue Pedro, que ahora tiene 13 años, fruto de la unión de Caritina Goyanes con Alfonso Matos. Tres años más tarde llegó su hermana Cari, que para la familia es ‘MiniCari’, dado que lleva el nombre de su madre, su abuela y también su bisabuela. Los otros tres niños que llenaron la casa de juegos y diversión son fruto del matrimonio de Carla Goyanes con Jorge Benguría. Así llegaron al mundo Carlos, Santi y Beltrán, de 11, 9 y 4 años respectivamente. Hace tres semanas, coincidía que era el cumple de Carlos y de su padre, lo que reunió a la familia ante una tarta de aniversario. Una velada que quedó reflejada en las redes sociales del clan y donde pudimos ver a Carlos Goyanes pletórico de felicidad. Nada hacía presagiar que tan solo unos días después se truncaría todo, que moriría de forma “inesperada y repentina”, sumiendo a todos en la tristeza. Ahora hacen piña en el tanatorio, hasta donde se están desplazando familiares y también amigos, entre ellos muchos rostros conocidos.
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