La gran duda del caso

Esto es lo que descubrió Elena Tablada con el detective privado que contrató para seguir a Javier Ungría

La diseñadora de joyas ha desvelado por fin qué fue de lo que se enteró tras contratar los servicios de un espía profesional

Elena Tablada
Elena TabladaDe Viernes

Después de cerca de dos años en pie de guerra, Elena Tablada y Javier Ungría han dejado de batallar. Al menos sí en los tribunales tras solventarse el entuerto que les enfrentaba por la custodia de su hija en común. La victoria de la diseñadora de joyas frente al empresario ya ha sido anunciaba a bombo y platillo, pero faltaban muchos detalles por conocerse sobre los capítulos más oscuros de esta guerrilla. Por ejemplo, qué empujó a la también exnovia de David Bisbal a contratar los servicios de un detective privado para que siguiese los pasos del padre de su hija. Pero, sobre todo, qué fue lo que descubrió y que fue utilizado en el juicio para que el juez fallase a su favor. De hecho, parece que fue decisivo para el veredicto final el resultado de las largas horas de espionaje al que sometió a su ex.

Parecían formar el matrimonio perfecto, tras seis años de mágica unión siempre presumida ante los medios como idílica. Después se enzarzaron en una batalla judicial para decidir el futuro de su hija de cuatro años, ella pidiendo la custodia total y él luchando por la opción compartida. Al final, la justicia le ha dado la razón a la concursante de ‘Bailando con las estrellas’, que no ha tardado demasiados días en gritar victoria desde el plató de ‘De viernes’. Una entrevista en la que ha contado la intrahistoria que había detrás y de la que no podía hablar para no entorpecer su estrategia en los tribunales. Ahora se ha levantado el veto a los detalles más jugosos, además de responder a su ex tras quejarse de haber perdido el juicio.

“No está entre mis planes recurrir. La pensión es la que es. La que ha considerado la jueza que es una pensión que no es para mí. Yo realmente lo que quería es la custodia de mi hija, pues eso es lo que me va a dar a mi paz mental y la paz mental no tiene precio”, decía en la entrevista previa, antes de sentarse en el plató. Eso sí, no quiere que su niña crezca alejada de su padre y tampoco está dispuesta a que Javier Ungría viva echando de menos a su hija, de ahí que apueste por facilitar sus encuentros, aunque se haya cansado de sufrir varapalos y decepciones: “Yo no pongo la mano en el fuego por nada. Yo creo que a los maridos los conoces cuando te separas. Me he cansado de sorprenderme para mal. Yo le dije que a pesar de que la sentencia haya sido la que es, yo voy a abogar a que ustedes (él y su hija) pasen tiempo juntos. Los días que quiera pasar con su hija los pasará”, sentenciaba.

¿Pero qué fue lo que tanto la decepcionó? ¿Qué encontró el detective privado que contrató para espiar a su exmarido? Lo primero que quería dejar claro Elena Tablada sobre esto, que tanto revuelo generó en su día, es que “fue una recomendación de mi letrada y yo lo consideré lo mejor. Me ha sorprendido tantas cosas de mi expareja...”. Claro está, buscaban pruebas que sustentaran un testimonio frente al juez que dio sus frutos: “Eso se utilizó para lo que se tenía que utilizar y no voy a hablar más de eso en televisión”. Algo que revotó un poco a Terelu Campos, que quiso remarcar que ella siempre había hablado muy bien de Javier Ungría como padre y que “si es un buen padre es lógico que quiera la igualdad a la hora de compartir la crianza”. Algo a lo que Tablada ataja respaldándose en la decisión judicial: “Y yo lo entiendo, pero la jueza me ha dado la razón. Las pruebas del detective, las pruebas de los organismos sociales no es que hayan sido admitidas, es que han sido cruciales, valoradas y determinantes”.

Elena Tablada mostró además su enfado al no comprender por qué se le señala en todo momento como la mala de la película. Algo que le ha sucedido cuando batallaba contra David Bisbal y que siente que se ha repetido con Javier Ungría: “aunque yo sea la demandada y que la jueza haya pensado que lo mejor para mi hija sea estar conmigo, sigo siendo la mala. Han sido dos años tormentosos. El informe del detective se dijo que fueron de ocho meses. No, fue de seis días en dos meses diferentes, con dos compañías de detectives diferentes, que a mí me lo paga un amigo mío, porque yo no tengo la capacidad de pagar un detective. Y en estos seis días se ve como no hay rutinas, el nivel de vida no es… En la vida hay que ser honestos con lo que tú puedes aportarle a tu hijo. Yo quería que fuera honesto con la calidad y el estilo de vida, que no es el que yo quiero para mi hija. Mi hija en un bar a las once de la noche, cosas que no corresponden con una niña de dos años. Yo no voy a decir que Javier es un buen padre, uno pone un pedestal a alguien y ese alguien decide bajarse solito”, termina por zanjar.