Recta final
Anabel Pantoja: esto es lo que opinan sus vecinos canarios de ella
No todo van a ser desvelos y disgustos para la sobrina de la tonadillera
A punto de dar a luz a su primera hija, Anabel Pantoja pasa la recta final de su embarazo en Arguineguín, una pintoresca localidad del municipio de Mogán (Gran Canaria). Es allí donde se siente tranquila y feliz junto al padre de su bebé, el fisioterapeuta David Rodríguez. Eso no le impide seguir compartiendo rutinas, molestias y contratiempos, típicos de cualquier gestación, pero magnificados por su tendencia al exceso.
Durante estos meses, nos ha hecho partícipes, sin tapujos de ningún tipo y con la espontaneidad que le caracteriza, su reflujo, su dificultad para conciliar el sueño o su incontinencia urinaria. Con la llegada de la niña, Anabel ve cumplido su sueño de maternidad y así lo refleja, pero la impaciencia y el lógico nerviosismo ante la inminencia del parto le hacen más difícil la etapa final. "Tengo un lumbago que no me ha dado en todos estos meses. Mirad cómo voy andando. Una presión en la barriga, una tirantez… horrible, horrible”, se quejaba a sus fans. "Os lo juro, de verdad, que prefiero estar ya parido, que estar así. No entiendo a la gente que tiene dos, tres, cuatro embarazos o gente que tiene dos niños a la vez. Yo no sería capaz. No podría". Y después de sus desvelos, venía la reflexión final: "Pero bueno, aun así, me quedo con las ganas de verle la cara a la niña y ya está, no tener más pánico. Pero es verdad que es increíble, increíble, increíble. A ver, al menos para mí. Yo hablo de mí, pero es increíble la presión que tengo en el lumbago. Meterme en el agua me alivia. Meterme en el agua, en la piscina, en el mar. Todo lo que sea agua me alivia".
Con esa naturalidad, la influencer se ha ganado el cariño de sus vecinos. Según publica hoy "La Provincia", cuando un reportero del programa "Entre nosotras", de Televisión Canaria, salió a las calles de Arguineguín para conocer cómo la ven los vecinos, la respuesta fue "abrumadoramente positiva". "Es una chica muy cercana y simpática. La vemos pasear por el puerto o disfrutar de las terrazas como una vecina más", fue la respuesta de una residente. "Es un orgullo tenerla aquí. Siempre tiene una sonrisa y un saludo para todos”, comentó otro. Los vecinos valoran muy positivamente que utilice sus redes sociales para destacar las bondades de la localidad: sus playas, mercadillos y tradiciones locales. "Es como si siempre hubiera vivido aquí," zanjó el reportero.
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