Repercusión

Ana Soria, ¿víctima o verdugo?

Analizamos desde diferentes puntos de vista una de las entrevistas más sonadas de la semana

Ana Soria en El Hormiguero
Ana Soria en El HormigueroGtres

A favor: No cobró por una entrevista bomba

Nerviosa, intranquila y con cierto pánico escénico. Así se enfrentó Ana Soria a su primera entrevista en televisión el pasado martes en «El Hormiguero». Una entrevista que, aunque a Enrique Ponce no le viene de nuevas, para la almeriense sí ha supuesto más de un quebradero de cabeza. Tanto es así, que ella misma ha asegurado que «es la primera y la última que concede», tanto en televisión como en medios escritos, todo ello a pesar de que LA RAZÓN ha podido saber que durante los últimos tiempos se le han ofrecido grandes cantidades de dinero por hablar de su relación. Siempre se ha negado a comercializar con su vida y lo seguirá haciendo, y es por eso, y por la estrecha relación que Ponce mantiene con Pablo Motos, por lo que ha decidido acudir al programa de Antena 3 sin percibir ni un solo euro, al igual que todos los invitados que acuden a su programa cada noche.

El vestido de Ana Soria en 'El Hormiguero'.
El vestido de Ana Soria en 'El Hormiguero'.GTRES

Ella tan solo quería contar su versión y tener, por fin, su lugar público, tanto en la vida de Enrique como de cara a la sociedad. Durante estos casi tres años de relación con el torero, ha sido víctima de críticas feroces, y ya no solo por la diferencia de edad que separa a la pareja, sino por muchos otros motivos. Soria ha hecho frente a su dolor en silencio, dejando de lado sus estudios de Derecho y poniéndose en manos de profesionales de la salud mental para poder gestionar todo. Ana no es «la mala» o la mujer que ha cambiado para mal a Ponce, como así han querido pintar algunos. Ella solamente se ha enamorado, y así lo confirma su reducido entorno cercano con el que comparte su día a día y confidencias varias. Enrique y Ana viven una vida tranquila, sin hacer daño a nadie y totalmente alejados del ruido mediático, o lo que es lo mismo, de todo aquello que les hace mal.

En contra: Le ha servido para promocionar una futura carrera

Como dice el gran Bertín Osborne, «cuando estás con una niña de esa edad, todo va bien si sabes que tiene fecha de caducidad». Porque la entrevista en el programa de Pablo Motos no se acaba de entender. Y eso que han estado más de un mes negociando para que no se pueda ni mencionar el nombre de la ex del torero. Hablo de la parodia de amor eterno que se marcaron Enrique y Ana esta misma semana. La siempre exquisita Paloma Cuevas, aunque no se pronuncie, ni lo haya visto (ni lo piense ver, añado yo), sí que había pedido que, por favor, por el bien de sus hijas no hubiera exposición pública. Quienes sí se han pronunciado son amigas de ella que han salido en su defensa, como Susanna Griso. ¿Por qué salir ahora a contar una historia que no es de princesas y que está basada en una infidelidad? Porque las fechas no cuadran, cuando los ojos del torero y de la almeriense se cruzaron él se suponía que estaba felizmente casado, y cuando anunció su ruptura iba a cumplir veinticinco años de matrimonio.

Ana Soria, Enrique Ponce y Pablo Motos en 'El Hormiguero'
Ana Soria, Enrique Ponce y Pablo Motos en 'El Hormiguero'Atresmedia

Ella va de víctima, de sufridora del acoso paparazzi. Qué manera de dulcificar la infidelidad. Sí que es verdad que en su momento generó expectación. Es más, eran ellos mismos los que lo pidieron a gritos, que si el cocodrilo, que si los besos, que si los bailecitos de TikTok, pero ahora, ya no son personajes de actualidad y no interesan. ¿Qué buscan? Quizás ella quiera emular a Victoria de Marichalar y busque un futuro como «influencer» de alguna marca de moda, porque como bien ha acertado la Griso, ¿cuántos años le quedan todavía para acabar la carrera? Es muy oportuno que quieran salir ahora que Paloma está feliz de la vida con Luis Miguel. Ellos necesita dinero, pero hay maneras más elegantes de ganarlo, que Zamora no se ganó en una hora.