Amelia Bono y Manuel Martos han hecho las maletas y se han desplazado este fin de semana al País Vasco para disfrutar de unos días de desconexión y mucha gastronomía. El matrimonio ha disfrutado de una romántica escapada sin niños y se han dedicado a ellos mismos como pareja. La influencer, como nos tiene a todos acostumbrados, ha compartido con todos sus seguidores todo lo que han hecho en Vizcaya.

La pareja ha publicado multitud de fotografías y vídeos de estos breves intensos días en el norte del país y no han desaprovechado ni un solo segundo. Pero, lo que más ha destacado la influencer de su escapada romántica, ha sido la comida. “Lo que viene siendo un viaje gastronómico en toda regla… Madre mía!!!! Absoluta maravilla. Viva el Pais Vasco!!!” titulaba en la primera publicación del fin de semana Amelia Bono. Junto a este texto, unas cuantas fotografías de platos y de ella comiendo. A la empresaria le encanta comer y siempre ha compartido su lado más gastronómico con todos sus seguidores. Es uno de sus planes favoritos, ya sea en familia, en un restaurante chic o en el bar de su pueblo.

En la siguiente publicación, Amelia Bono ha compartido sus otros planes alejados de la gastronomía. La influencer no ha querido desaprovechar la oportunidad de salir a correr por la playa o de disfrutar de una romántica apuesta de sol junto a su marido. En una de las fotos, aparece el matrimonio, radiantes. En la última publicación, la empresaria ha publicado un vídeo de ellos dos en el ascensor, riéndose, en la que aparece Manuel Martos muy bromista. “Cuando tu marido acaba harto de tanta foto y tanta historia, pasan cosas como estas...” titula Amelia Bono. Sin duda, han vivido unos días intensos de risas y amor y regresan a Madrid con el estómago y el corazón lleno.

Desde que se dieron una segunda oportunidad, el matrimonio está más unido que nunca y no se ha vuelto a separar. Amelia Bono y Manuel Martos han vivido uno de sus veranos más familiares de su vida junto a sus hijos, aprovechando y exprimiendo al máximo todo el tiempo que habían perdido.