La madre y los hermanos de Íñigo Onieva, Alejandra y Jaime, reaccionan a su comentadísima reaparición

Después de 15 días alejado del foco mediático, Íñigo Onieva decidía reaparecer este domingoy dar la cara después de su polémica ruptura con Tamara Falcó trasla filtración de un vídeo besando a otra joven horas después de anunciar su boda con la marquesa de Griñón.

Un paso al frente en el que el empresario estuvo arropado por sus grandes apoyos en estos durísimos momentos, su madre, Carolina Molas, y sus hermanos, Alejandra y Jaime Onieva. Consciente de lo mal que lo ha pasado su familia, poco acostumbrada a estar en el ojo del huracán, Íñigo se disculpaba públicamente con ellos en sus primeras declaraciones tras el escándalo: “Siento mucho que estén pasando por esto y tengan que sufrir las consecuencias de esto, el acoso y no se lo merecen” confesaba visiblemente emocionado.

Unas declaraciones en las que, además de pedir perdón nuevamente a Tamara por su infidelidad, el ingeniero aseguraba que lo único que quieren ahora es "seguir viviendo" y continuar con su día a día al margen de los medios de comunicación.

Después de su improvisada ‘rueda de prensa’ después de dos semanas ‘desaparecido’, Íñigo ponía rumbo a la casa que compartió con la hija de Isabel Preysler para recoger su moto mientras su madre y sus hermanos volvían al domicilio familiar, sin palabras sobre las disculpas públicas del empresario.

“Quien tenía que hablar ya ha hablado” apuntaba Alejandra con una tímida sonrisa, mientras Jaime, acompañado por su novia, daba las gracias a la prensa sin pronunciarse sobre las declaraciones de su hermano.

Carolina, muy seria, llegaba a su casa en coche y hablando por teléfono, dejando en el aire cómo está Íñigo y si cree que este paso al frente de su hijo servirá para que poco a poco recuperen la normalidad.