Desde que Rocío Flores dio el salto a la pequeña pantalla, para defender a su padre, Antonio David Flores, en el plató de “Gran Hermano VIP 7″, su imagen ha dado un cambio radical. La joven ha perdido mucho peso y, además, se ha sometido a varios retoques estéticos, entre los que se encuentra la operación de pecho por la que pasó a principios de este año.

Tras un verano movidito, Rocío Flores ha pasado por su centro de estética de confianza para mimar un poco su cuerpo, y ha sido en ese momento cuando ha dejado ver la cicatriz que ha quedado en su pecho tras la intervención. La hija de Rocío Carrasco ha compartido una fotografía en la que presume de tratamiento: “Sesión semanal de masaje osteópata”, y enseña ligeramente parte de su mama, dejando al descubierto las señales que indican que pasó por quirófano.

Tal y como ella misma confirmó en su día, la recuperación fue algo complicada, pero parece que ya se encuentra perfectamente y de lo más contenta con su nuevo pecho.

Como se ha comentado anteriormente, no ha sido esta la única intervención estética a la que Rocío Flores se ha sometido. En el rostro, se practicó una bichectomía, una técnica que consiste en afinar la cara. Además, modificó la forma de su nariz mediante inyecciones de ácido hialurónico, y mima su piel de forma frecuente con vitaminas y otros agentes beneficiosos.

En lo relativo a su cuerpo, más allá de la operación de pecho, también se realizó una lipoescultura, un proceso que consiste en moldear su silueta y eliminar la grasa localizada. Se trata de una intervención muy compleja y una complicadísima y dolorosa recuperación. En los primeros meses tras la cirugía, ni siquiera puede sentarse, y debía utilizar una faja compresora las 24 horas del día, incluso en el momento de la ducha.