EGOS
Alaska y Mario, dinero y amor al borde de los sesenta
Descubrimos el acaudalado patrimonio de la pareja más perfecta del panorama artístico español y su vínculo secreto con los Borbón
Es la imagen que se le viene a uno a la cabeza cuando piensa en Alaska y Mario Vaquerizo. La pareja ha sabido convertir su matrimonio en una unión perfecta donde amor, proyección pública y negocios van de la mano. A pesar de la diferencia de edad (Alaska, cumplió 59 este lunes mientas Mario soplará 48 velas en julio), ambos forman un tándem perfecto. Alaska y Mario se casaron por primera vez el 29 de noviembre de 1999, cuando contrajeron matrimonio en Las Vegas, por lo que este año harán 23 años de casados. Su relación siempre fue objeto de rumores y comentarios, algo que ambos han llevado con la mayor naturalidad. La mayoría tenían que ver con la orientación sexual de Mario, algo que el artista se tomaba con ironía: «No soy bisexual; si lo fuera no estaría con mi mujer», aseguraba en una entrevista.
El tiempo les ha dado la razón. De hecho, no contentos con una boda, han renovado sus votos matrimoniales y se han casado en dos ocasiones. Su amor surgió de forma inesperada en un concierto: «Nos contagiamos del éxito, del éxtasis y le di un beso así», contaba Mario sobre sus inicios con la cantante que, después, pasaría a ser su mujer. Por aquel entonces Mario era su mánager. Desde aquel beso furtivo que cogió por sorpresa a Alaska hasta hoy, han pasado 23 años de amor, y ellos una de las uniones más estables y duraderas del panorama artístico español.
Su unión multiplicó la proyección pública de ambos y retroalimentó su actividad como artistas. Mario formó el grupo Nancys Rubias, que actúa como teloneros en los conciertos de Fangoria, el grupo icono de los 90, que lidera Alaska junto a Nacho Canut desde 1989. Pese al aparente éxito de Fangoria, lo cierto es que las cuentas del grupo no viven su mejor momento a tenor de sus cuentas. En 2020, en plena recuperación de la pandemia, Fangoria S.L., la sociedad matriz a través de la que el grupo gestiona su carrera artística y factura sus actuaciones, cerró el año 2020 con un saldo de -60.459 €. Pese a que debería haber sido el año de recuperación definitiva del grupo, con la reactivación del panorama musical tras el COVID, lo cierto es que la empresa no termina de remontar el vuelo. Con respecto a 2019 sus activos caen más de un 50% desde los casi 600.000 euros, que declaraban en 2019, hasta los 249.000 euros que registró el grupo en su último ejercicio. Pese a ello, Fangoria SL puede presumir de mantener un gran patrimonio, acumulado en los últimos años en su tesorería con más de 220.000 euros.
Vínculo con los Borbón
La razones de esta caída de los ingresos está en la bajada, casi dramática, en la cifra de negocio del grupo, que pasó de facturar dos millones de euros en 2019 a solo 47.377 en 2020. Como empresaria Alaska también participa como consejera en la Fundación Civis, un instituto que promueve la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación y la inserción laboral. La cantante entró en el organigrama hace menos de un año y comparte labor con María Teresa de Borbón y Parma, prima lejana del Rey Felipe VI, que ejerce de presidenta de la fundación.
La pareja sigue con su receta para ganar dinero. La vocalista ha invertido sus ingresos por conciertos con su grupo y sus múltiples colaboraciones publicitarias (las marcas se rifan a Mario), donde anuncia desde hamburguesas hasta soluciones capilares, en un importante patrimonio inmobiliario que comparte al 50% con Olvido. Juntos son dueños de un piso en el edificio de la calle Libreros donde viven desde hace años. La pareja, que ocupaba una vivienda en la segunda planta, aprovechó una oportunidad, y compró, en marzo de 2015, un quinto piso en el mismo bloque. La vivienda, un ático de 38 metros cuadrados incluía un trastero y la pareja se hizo con ella pagando al contado.
Compraron en verano de 2017 el chalé de su amiga Bibiana Fernández, que se vio obligada a deshacerse de él debido a una importante deuda con Hacienda. Se hicieron con la propiedad de 332 m2 de vivienda, construida sobre una parcela de 1.892 metros cuadrados, tras pagar los 550.000 euros que Bibiana pedía. El chalet está en la Urbanización Bonanza, en Boadilla del Monte. Gracias a su ayuda, Bibiana consiguió hacer frente al pago y salvaba dos propiedades que poseía a su nombre en Málaga. Entre los recuerdos de la casa, se encontraba el olivo que su amigo común, el diseñador David Delfín, le regaló a Bibiana y que sigue a día de hoy plantado en el jardín. Lo que demuestra su calidad como amigos.
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