Apenas han pasado cuatro meses desde que se dio a conocer la separación de Almudena Cid y Christian Gálvez y ya han firmado el divorcio. Mientras que parejas como Bertín Osborne y Fabiola Martínez o Enrique Ponce y Paloma Cuevas demoraron su ruptura oficial hasta un año, el presentador y la gimnasta parecen haber acelerado el proceso a raíz de los últimos acontecimientos. Las declaraciones de amor públicas del escritor a Patricia Pardo, su nueva ilusión, no han sentado nada bien a la deportista, que ha rubricado los documentos con prisa para poder pasar página cuanto antes.

En ‘Madrid Directo Flash’ de Telemadrid se han hecho públicas algunas partes de su acuerdo de divorcio. Aunque Almudena Cid y Christian Gálvez se casaron en régimen de separación de bienes, han tenido que negociar para repartir algunas propiedades que adquirieron juntos cuando todavía eran pareja. Así, atendiendo a las informaciones que llegan desde el mencionado programa, la actriz se ha quedado con un loft cuyo precio se estima en 225.000 euros, un coche, una furgoneta y dos plazas de garaje. Por lo visto, el presentador no habría puesto impedimentos en este sentido, aunque él también ha salido beneficiado.

Christian Gálvez se quedará con la casa en la que habían vivido hasta su separación y en la que invirtieron una buena cantidad de dinero para reformarla. Precisamente esta semana se ha conocido que Almudena Cid ya ha abandonado el que ha sido su hogar en los últimos años, y la noticia llega cargada de polémica. Según ha publicado ‘20 minutos’, desde el entorno de la deportista acusan al presentador de haber grabado la traumática mudanza mediante un sistema de videovigilancia. “Fue incómodo, violento y por momentos hasta sofocante”, explican los más allegados a la gimnasta.

Sin embargo, el círculo íntimo de Christian Gálvez lo defiende asegurando que no se trató de un caso aislado, sino que el presentador cuenta con un sistema de seguridad que graba de forma permanente todo lo que sucede en la vivienda. Además, pretendía así evitar nuevos conflictos que pudieran estar motivados por el traslado de determinadas pertenencias u objetos.

En cualquier caso, parece evidente que las buenas intenciones que se anunciaron cuando se dio a conocer la ruptura han caído en saco roto, y, de momento, entre Christian Gálvez y Almudena Cid no se encuentra un atisbo de todo el cariño que en su día se profesaron.