Crónica
El juez Pedraz y Esther Doña, amor flamenco en Sevilla
El magistrado y la socialité acudieron como invitados al SIMOF y se dejaron ver acaramelados
Hubo un tiempo en que el mundo de la magistratura y, en general, la judicatura, no tenían repercusión en la prensa social. Su única parcela pública estaba relacionada con la información de actualidad que llegaba de los casos que llevaban en sus juzgados, con la política e incluso con pasar de juzgador a juzgado.
Como todo en la vida, esto también ha cambiado, y el ejemplo más clarificador ha sido la presencia de Santiago Pedraz posando con su novia Esther Doña en reportajes edulcorados y photocalls. El juez de la Audiencia Nacional se convirtió, de la noche a la mañana, en un personaje del colorín. Desde que comenzó su romance con la viuda del marqués de Griñón, no jugó al ratón y al gato con la prensa.
Él mismo lo confirmaba en una de las últimas fiestas a las que acudió en calidad de novio. «No hay razón para esconderme, y si nos hacen fotografías por la calle, pues es lo que hay. Y si vengo a una cena donde los profesionales están haciendo su trabajo, no voy a poner mala cara. Esto es así, si no quieres, no acudes y ya está», explicaba a quien esto firma en la convocatoria de una marca de champán en el Teatro Real.
A su lado, Esther Doña, confirmando las palabras del magistrado: «Nunca se ha molestado, ni me ha pedido que nos viéramos en secreto».
Quizá esa publicidad elegida sí que tuvo cierta repercusión al principio. La expareja de Pedraz con la que convivía y había comprado una casa sí quiso explicar la sorpresa que tuvo al enterarse por la prensa de que su novio estaba con otra. A través de su cuenta de Instagram, contó que se iban a casar, que el juez le había regalado un anillo de compromiso (que después se llevó) y que la había dejado con una hipoteca importante. Unas declaraciones que se convirtieron en tema de conversación en la Audiencia Nacional y entre algunos de sus colegas y funcionarios, que le bautizaron con el título de «el marqués». Aunque Tamara Falcó es oficialmente la que ostenta el título, Esther Doña es «marquesa viuda» hasta que no cambie de estado civil.
Amor en Sevilla
La novia fue la encargada de anunciar esa relación con las fotos de ambos en su Instagram. El magistrado aparecía sonriente en diferentes poses, ya fuera en un yate o disfrutando en el exclusivo Marbella Club, brindando con champán. El último vídeo en el que aparecen, con la Giralada a sus espaldas y dándose besos y arrumacos con la música de Britney sonando de fondo puede entenderse como un adelanto del Día de San Valentín. Habrá que esperar al 14 de febrero para que sus redes sociales se llenen de corazones. Lo que el juez sí ha hecho es visibilizar su desconocida faceta como pintor, y lo ha hecho a través de la cuenta de su novia, mostrando varias de sus obras con títulos inquietantes como «La impostura del universo interior» o «El sueño infinito, locura pulmonar».
Esther Doña y Pedraz viajaron este jueves a Sevilla, invitados por los organizadores del Salón Internacional de Moda Flamenca (SIMOF), donde han compartido protagonismo con Victoria Federica, la hija de la infanta Elena. A diferencia de la influencer real, que ha cobrado un caché cercano a los ocho mil euros por cortar la cinta de la inauguración, el juez y la viuda de Griñón acuden en calidad de invitados. Es decir, con el AVE y el Hotel Colón, un exclusivo alojamiento de cinco estrellas situado en pleno corazón de la Capital Hispalense, a cuenta de la organización, igual que los periodistas y el resto de asistentes VIP, como Belén Esteban o Ágatha Ruiz de la Prada. El magistrado y la todavía viuda del marqués de Griñón se mezclaron con estos habituales del couché, demostrando una vez más que han llegado al «corazoneo» para quedarse.
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