Anécdotas
Pablo Alborán: “Espero vivir hasta el último segundo de mi vida con la misma intensidad con la que vivo ahora”
El cantante presentó anoche en “El Hormiguero” su nuevo single “Castillos de Arena”
El cantante Pablo Alborán regresó anoche a “El Hormiguero” para presentar su último single, que presentó oficialmente el pasado 14 de enero, “Castillos de Arena”. En este tema, el artista malagueño reflexiona sobre el momento que vivimos como sociedad, mientras en el videoclip presenta un mundo postapocalíptico.
Pablo Motos ha destacado que “Castillos de Arena” forma parte de la banda sonora de una telenovela argentina. “Me llamaron para hacer la canción estaba bastante atemorizado porque me dieron dos días para componerla. Y yo lo paso muy mal cuando hay una presión así, pero lo conseguí. Rescaté un par de frases que había publicado en mi cuenta de Instagram y del tirón hice el resto de la canción”, ha revelado Alborán.
En el videoclip, el cantautor da vida a un astronauta. “La metáfora que persigue es que el momento que estamos viviendo es un momento donde hay mucha impaciencia por las cosas, donde las noticias y los titulares catastrofistas nos invaden y, sobre todo, donde nos olvidamos de cuidar lo que tenemos y de cuidar a quien nos cuida. Y quería hacer un vídeo que fuera una especie de canto a la esperanza, un canto a volver a cuidarnos, a cuidar lo que realmente es importante”, ha destacado Pablo Alborán. “El videoclip es un astronauta que vuelve a la Tierra, que ha sido destruida por el ser humano, donde hay un único superviviente que es un niño, un niño muy peculiar que enseña a este astronauta a cuidar del ecosistema, a crear energía renovable a través de una bicicleta... Y este astronauta piensa que no puede respirar y al final del vídeo el astronauta se da cuenta de que puede volver a respirar en la Tierra gracias a las enseñanzas”, ha continuado.
Pablo Motos le ha preguntado cómo se imagina siendo un anciano y el andaluz no ha dudado en contestar que espera “ser un abuelo rodeado de familia y espero, sobre todo, estar lleno de amor hasta los últimos días de mi vida”. “Igual seré un poquito cascarrabias. Supongo que todos los defectillos que uno tiene se hacen más grandes. O no y a lo mejor los suavizas. No lo sé. Espero vivir hasta el último segundo de mi vida con la misma intensidad con la vivo ahora”, ha añadido.
Sobre sus próximos proyectos, el cantante de 32 años ha destacado que está preparando “una gira de teatros que me exige de ocho a once horas diarias de piano, guitarra y voz. Estoy revisando todo mi repertorio, rearmonizando y redescubriendo canciones que han sido parte de mi vida y otras que no he cantado en directo y que quiero cantar en esta gira que voy a hacer”. “En la primera parte del concierto estoy solo, porque llevo once años sin estar solo en un escenario y creo que ha llegado el momento de desnudar un poco mi música. Es una gira para ese público que siempre ha estado ahí”, ha destacado.
Pablo Motos le ha preguntado a Pablo Alborán si es cierto que al cantar una canción no sabe cómo va a hacer el final de una frase o de un párrafo. “A ver, la canción es la canción y acaba como tiene que acabar cada frase, pero es verdad que yo creo mucho en que la música está viva, creo que hay que reivindicar la espontaneidad y la improvisación porque nos hace de verdad, incluso si hay un error. Y eso implica que no sabes a veces como va a terminar una frase porque hay mil formas de hacerlo”, ha respondido..
El calzoncillo que Pablo Alborán se puso en los Grammy
“Es un tema un poco escabroso... Creo que me han nominado 29 veces y no ha caído ni un Grammy. Yo me invento las señales todos los años. Por ejemplo, un año me dio por el plata, de repente vi que mi manager llevaba una chaqueta de color plata, el logo era plateado, todo el mundo iba de plata, me busqué una camiseta súper chunga de color plata porque me obsesioné que si no llevaba plata no ganaba... Y no gané”, ha contado Pablo Alborán.
“Este año me obsesioné con que los águilas y los halcones me perseguían. Y un día, mientras estaba ensayando en mi casa, escuché un ruido muy grande en mi habitación. Entonces abrí la puerta y me encontré un águila en mi cama. Me tenías que ver a mí con una fregona para que se asustara porque no sabía qué hacer y empezó a volar hasta que salió a la terraza”, ha señalado Pablo Alborán, que ha indicado que “a los tres meses aparecieron dos en la terraza”. Y hubo una tercera vez, cuando un águila sobrevoló sobre él en Madrid, donde tenía una reunión de trabajo. “Hoy va a pasar algo bueno”, predijo. Y ese día le comunicaron que estaba nominado a cinco Grammy Latinos. “Dije, ‘este año para la gala de los Grammy me voy a comprar unos calzoncillos de halcón’. Me puse los calzoncillos de halcón y pensé ‘este año me dan el Grammy’. Y no me dieron ninguno, así que mandé a tomar por saco los calzoncillos”.
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