Inditex
Pablo Isla, retrato íntimo de un eterno ganador
Saldrá de Inditex por la puerta grande, sin ningún escándalo. Esta es la historia del hombre que solo pierde los nervios por el Real Madrid
Hierático, pero apasionado a la vez. Pablo Isla Álvarez de Tejera (Madrid, 1964) es ese hombre que apenas ha modificado (en apariencia) sus rutinas desde que se anunció públicamente que pasaba el relevo en Inditex a Marta Ortega. El aparente hombre impasible es un apasionado del Real Madrid. Si algo le hace saltar del sillón a este ejecutivo pausado, estratega y austero, la pieza perfecta con la que siempre soñó Amancio Ortega, es el fútbol. Y sobre todo, Iker Casillas y su querido Vicente del Bosque. Para todo lo demás, Isla es una pieza de reloj. Se engrana allí donde trabaja y levanta un imperio sin hacer ruido o prodigarse en fiestas. Todo queda tras las paredes de su casa de Oleiros.
En lo que va de año, Inditex ya lleva un beneficio que sobrepasa los 2.500 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 270 por ciento respecto al ejercicio anterior. Este es el testigo de oro (o diamante) que Pablo Isla entrega a Marta Ortega entes de que se haga efectivo el relevo de la presidencia del grupo, abril de 2022, que ostentará la hija de Amancio junto con Óscar García Maceiras, en calidad de consejero delegado. Tras seis años en la compañía, asumió la Presidencia después de que Ortega decidiera apostar por un cambio generacional para capitanear el «holding» textil. Su llegada al cargo supuso una revolución silenciosa dentro de Inditex, entre otros aspectos, el fin del hermetismo en materia de comunicación que había caracterizado a la compañía hasta entonces, a excepción de puntuales ocasiones como su salida a Bolsa en 2001. Eso sí, Isla, convertido en icono empresarial, se marchará por la puerta grande, dejando un negocio que es capaz de tener una respuesta global y casi inmediata a los cambiantes gustos de sus clientes. Una respuesta a prueba de varias crisis y pandemias.
El que fue nombrado por la revista «Harvard Bussines Review» como mejor CEO del mundo es hijo de José María Isla, oriundo de Huesca y directivo de empresa. Su madre es Carmen Álvarez de Tejera, nacida en Ceuta en 1940 y a la que todo el mundo conoce cariñosamente como Menchu. Es una muy buena jugadora de bridge, socia del club Eurobridge, del hermano de Jacques Cousteau y en la aficción ha arrastrado a su marido. Sus hermanos son Paloma, vinculada siempre a la Universidad a distancia donde ocupa actualmente un cargo directivo; Fernando, que trabaja actualmente en una inmobiliaria, luego va él y Enrique, el pequeño que también estudió Derecho.
Matrícula de Honor
Pablo Isla estudió en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo, un colegio de jesuitas, e hizo amistad con el padre Alarcón, que fue quien le casó. Después estudió Derecho, con una media de Matrícula de Honor y después pasó la oposición de Abogados del Estado. Estudiaba en su casa, en el domicilio familiar de Cea Bermúdez y también en casa de su abuela Pilar, a la que llamaban cariñosamente Pi, cuando necesitaba estudiar tranquilo. Sacó el número uno en la primera convocatoria a la que se presentó y destacó en todos los sitios donde trabajó. Tanto en el Banco Popular, en el Patrimonio del Estado y en Altadis. Lo ficharon para Inditex en 2005. Es uno de los extraños casos en los que para un puesto de esa categoría le echó el lazo un cazatalentos. Lo que leen. El fichaje de Pablo Isla en Inditex es fruto del algoritmo de un «headhunter» con mucho, mucho ojo.
Después, conoció a Amancio Ortega. Una vez le dijo que había arriesgado mucho comenzando a trabajar con ellos y Pablo le contestó que él también había arriesgado mucho al ficharle sin conocerle. En un principio, ganaba 25 millones de euros fijos más acciones y demás pluses. Pablo Isla es hiperceloso de su intimidad. Su mujer es María de la Vega Cabrera, nació en el mismo año que Pablo. La conoció en el colegio de los jesuitas. Mientras él hizo Derecho, María estudió Historia del Arte, de hecho ha publicado algunos libros sobre esta materia. Pablo y María se casaron en Cubas de la Sagra, donde también veraneaban los dueños de la firma El Pozo, de quienes eran muy amigos. Viven en Oleiros, que está al lado de La Coruña, y tienen tres hijos, Santiago, Cecilia y Belén. Santiago, el mayor, tiene un grupo de música, los Chelsea Boots, formado en 2014, de rock alternativo influenciado por el rock anglosajón y la música negra. Santiago es el guitarrista, vocalista y teclista. Es muy activo en redes sociales y ha escrito dos libros, «Buenas noches» y «Los juegos florales». Toda la familia veranea en Mallorca sin que nunca hayan sido pasto de los paparazzi y suelen pasar las navidades en Madrid, donde tienen a la familia.
Pablo Isla es muy amante de Madrid, una ciudad de la que ha disfrutado siempre. Cuando era joven le gustaba salir a los bajos de Orense, cuando estaban de moda, y le agradaba ir de cervezas por la zona de Huertas y la plaza de Santa Ana. Los que le conocen explican a LA RAZÓN que no le gustan las discotecas, que es más de tomar algo con los amigos y reunirse en comidas o cenas. Siempre ha sido muy amigo de sus amigos, tanto que en una reunión muy importante de Inditex, con directivos de otras empresas, se fue porque un amigo suyo tenía un problema grave. Isla mantiene lealtades desde la época de la carrera, no es persona de ir dejando cadáveres por el camino.
Dentro de este perfil ultrabajo, Isla no solía acudir a las inauguraciones de las tiendas. Solo se permitió una excepción: la apertura del Zara del Paseo de la Castellana por ser el local más grande del mundo. No dejaba de comprobar «in situ» cómo iba el negocio y aparecía sin avisar en sus tiendas con Amancio Ortega como un comprador más.
«Tiene un carácter abierto y, sin ser el alma de la fiesta, es simpático, muy inteligente. No es egocéntrico pero es una persona muy segura de sí misma. Le gusta jugar al tenis y al pádel. Como todo el mundo, una de las cosas que menos le gustan es tener que sufrir los atascos para ir a trabajar. Por eso, está feliz viviendo en una pequeña localidad, que alberga varias urbanizaciones de lujo, a diez minutos de La Coruña. Come en el comedor de la empresa todos los días e incluso, se fuma algún cigarro en la terraza de Inditex con algún empleado», aseguran a este medio quienes le conocen. Tal vez por ese fuerte arraigo que tiene con Galicia, en el medio plazo Isla no tiene previsto mudarse de Oleiros. Su mujer y sus dos hijas están felices allí y su hijo es el único que ha volado a Madrid, sin perder el fuerte vínculo con la «tierriña».
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