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Lola Índigo o la niña mala y peligrosa

Lola Índigo
Lola Índigo©Gonzalo Pérez MataLa Razón

Lola Índigo, también conocida en su casa como Miriam Doblas Muñoz, la ha armado en Instagram con un video en el que aparece bajo la ducha con un escueto bikini interpretando «La niña», su último éxito. Apoteosis curvy con ecos de Rosalía, puro fuego. Canta: «Y ahora que me ves cantando reguetón/ quieres volver/ pero ya no/ Y ahora que me puse más buena pero más mala/ ahora me estás llamando/ y a mí me resbala/ Ahora que estoy perdida como una bala/ soy más peligrosa/ nadie me iguala». Visto así, parece el rap de la metamorfosis de Lola en la Lolita de Nabokov. Está claro, oigan: las chicas pueden ser malas y peligrosas, balas perdidas, pero si los chicos muestras esas mismas tendencias, se aconseja pasar por el Instituto de la Nueva Masculinidad de Ada Colau. Si ellas se desnudan en la ducha o en el mar, eso es empoderamiento feminista, las guerreras al poder, pero si lo hacen los chicos (el triunfito Cepeda también se ha despelotado en las redes y le han llamado de todo), estamos ante la grosera imagen del heteropatriarcado, pura exhibición machista. Ah, la discriminación positiva. Índigo, que merecería ser Índico porque es un mar de posibilidades, cuando era pequeña imitaba a Marilyn Monroe y a Rita Hayworth, o sea, que el alto voltaje sensual le viene de largo. A los once tatuajes de su cuerpo podría sumar uno con esta frase de Mae West: «Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes». Creo que le cabe donde la espalda pierde su casto nombre, que decían los antiguos.