Lisa Marie Presley o la maldición de Graceland

«Con el corazón encogido debo compartir la desoladora noticia de que mi hermosa hija Lisa Marie nos ha dejado. Era la mujer más apasionada, fuerte y cariñosa que he conocido. Pedimos privacidad mientras tratamos de lidiar con esta profunda pérdida», de esta manera anunciaba Priscilla Presleyla muerte de su hija. Lisa Marie fallecía a los 54 años, tras sufrir un paro cardíaco cuando se encontraba en su domicilio de Calabasas, en California. Fue su empleada del hogar la que la encontró desmayada en su dormitorio en la tarde del jueves y, aunque las emergencias sanitarias no tardaron en acudir al lugar y consiguieron reanimarla, horas más tarde fallecía en un hospital de Los Ángeles.

Hija de la bella actriz de Hollywood Priscilla Ann Beaulieu Wagner y el inolvidable rey del rock, Elvis Presley, su vida estuvo marcada por el drama, los escándalos, sus cuatro divorcios y el fallecimiento de su hijo. Una vida personal convulsa desde que su padre falleciera cuando tan solo tenía nueve años. Una pérdida que no consiguió superar nunca. Además de su fortuna, valorada en más de 100 millones de euros, Lisa Marie heredó de Elvis los ojos encapuchados, la sonrisa insolente y la voz grave y sensual, con la que probó suerte en la industria musical grabando cuatro álbumes a lo largo de su carrera.

Cuatro matrimonios fallidos

Acaparó titulares por sus cuatro matrimonios fallidos. Con tan solo 20 años contrajo matrimonio con el músico Danny Keough, con quien tuvo dos hijos, Riley y Benjamin. Este se suicidó a los 27 años, una tragedia que marcó profundamente a la artista y la dejó, como ella misma confesó, «destruida». Días después de oficializarse su separación, en 1994, Lisa Marie sorprendía al mundo casándose con Michael Jackson en República Dominicana, una unión a la que siempre siguió la sombra del montaje porque surgió cuando empezaron las acusaciones de pederastia contra el rey del pop. Su historia de amor duró tan solo 18 meses y se caracterizó por numerosas apariciones públicas incómodas. Posteriormente, en 2002, pasó por el altar con el actor Nicholas Cage, pero este matrimonio apenas duró tres meses debido a sus «diferencias irreconciliables». El último de sus maridos fue el productor Michael Lockwood, con quien se casó en 2006, y tras diez años de relación y dos hijas gemelas en común, Harper y Finley, ambos decidían divorciarse.

Además de por la muerte y el amor, su vida también estuvo marcada por su adicción a los opioides, su alto tren de vida que la habría dejado en bancarrota y su refugio en la iglesia de la Cienciología, a la cual se vinculó en 2014 durante dos décadas. Su última aparición hace cuatro días, en la gala de los Globos de Oro, no hacía presagiar que la maldición de Graceland recaería una vez más sobre los Presley.