El drama de la Casa Real británica: la reina Camila, de baja por agotamiento

La Familia Real británica está atravesando uno de sus momentos más delicados. Después de la intervención de Kate Middleton, cuyo estado sigue siendo un misterio, y el diagnóstico de cáncer de Carlos III, la familia se encuentra bajo mínimos tanto a número de miembros como a nivel emocional, ya que la pasada semana tuvieron que hacer frente a la traumática muerte de Thomas Kingston, marido de la prima del soberano.

El “Daily Mail” ha dado a conocer cuál sería el estado de la reina Camila, quien está asumiendo gran parte de las funciones de su marido durante su convalecencia. Sin embargo, la mujer de 76 años habría llegado a su límite manteniendo el fuerte y este lunes tiene programado un viaje de vacaciones al extranjero.

Carlos III se retiró de la vida pública apenas darse a conocer la situación sobre su cáncer, del cual no ha trascendido ni de qué tipo es ni en qué estado estaría. Al mismo tiempo el príncipe Guillermo se cogió una baja para cuidar a sus hijos y su esposa Kate, cuyo estado de salud se espera que mejore para reincorporarse a sus funciones como princesa de Gales después de Pascua.

Por el momento, la reina Camila ha tenido que asistir a 13 compromisos oficiales, prosiguiendo con sus propias obligaciones y asistiendo en solitario a actos destinados tanto para el rey como para la reina. Es por este motivo que ha decidido tomarse unas vacaciones de sus nuevas responsabilidades. Será este lunes cuando de comienzo su receso para retomar su actividad el 11 de marzo, Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster. En esta jornada volverá a sustituir a Carlos III, quien en su lugar publicará un mensaje en vídeo para conmemorar la ocasión.

La responsabilidad ha recaído en Camila, pero esta no es una solución a largo plazo y, según la autora real Ingrid Seward a los medios británicos, fue el propio Carlos III quien insistió en la necesidad de estas vacaciones para su esposa: “Camilla ha tenido la máxima preocupación por la salud de su marido, pero también ha sido ella la que ha tenido que adaptarse a la apretada agenda de compromisos reales. Además de querer estar ahí para él y Kate mientras se recuperaban de sus problemas de salud”. Por su parte, el monarca británico ha mostrado su “orgullo” ante la actuación de su esposa y considera que Camila está “preparada para hacer lo que sea necesario para la institución”. La semana pasada encabezó a la familia real en el servicio conmemorativo del rey Constantino de Grecia en Windsor, organizó una recepción para el concurso de escritura creativa infantil "500 palabras" en el Palacio de Buckingham y conoció a la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, en Clarence House.

La reina Camilla es el miembro de mayor rango de la familia real que desempeña funciones públicas. Después de unas semanas ocupando el puesto de Carlos III, su papel se ha vuelto muy valioso. Fuentes cercanas a la casa real afirman que “se ha sentido animada por la reacción del público. Ha encontrado reservas de energía que ni siquiera ella creía tener, y la estimación que tienen de ella aquellos dentro del palacio se ha disparado a medida que se ha puesto manos a la obra”. Sin embargo, habría llegado a su límite y necesitaría una semana de desconexión para poder hacer frente a los siguientes actos oficiales.

Al parecer gran parte de la responsabilidad ha recaído en Camila, pero son conscientes de que esto no es una solución a largo plazo y, según la autora real Ingrid Seward le dijo a “The Sun”, fue el propio Carlos III quien insistió en la necesidad de estas vacaciones para su esposa: “Camilla ha tenido la máxima preocupación por la salud de su marido, pero también ha sido ella la que ha tenido que adaptarse a la apretada agenda de compromisos reales, además de querer estar ahí para él y Kate mientras cada uno tenía sus problemas de salud”.

La reina Camilla ha sido el miembro de la realeza de mayor rango y cuyas responsabilidades se centran en completar los compromisos oficiales de Carlos III. Mientras el rey trabaja detrás de escena en sus maletines rojos y otras tareas oficiales que puede compaginar con su tratamiento.