Princesa Leonor, un día para recordar: de la complicidad con sus padres a la desenvoltura con los invitados

El viaje de la Princesa Leonor a Portugal en verano, su primer viaje oficial, permitió intuir su mayoría de edad como Heredera de la Corona. Allí desplegó ante las autoridades las habilidades y conocimientos adquiridos en estos años de preparación. Ayer, Día de la Hispanidad, fue la confirmación definitiva.

La Princesa ha dejado atrás el nerviosismo natural en su discurso, hace un año en el Teatro Campoamor, con motivo de los Premios Princesa de Asturias 2023. El foco de atención estaba puesto en ella, pero su participación fue impecable. Ayer, durante la recepción en el Palacio Real en el Día de la Hispanidad, el lenguaje corporal de Leonor fue el de una Princesa segura en su posición, relajada, preparada y sonriente de una manera natural, sin necesitar medir cada uno de sus movimientos o buscar la complicidad paterna con sus miradas.

Este es el segundo año que acude con vestimenta militar y ayer tocó el uniforme de gala de invierno azul de la Armada, conocido como "14 botones". Está compuesto de camisa y guantes blancos, chaqueta y pantalón azul marino y un gorro con el escudo de la Armada Naval. Lució en él varias condecoraciones, además de la banda de la Orden de Carlos III que también llevaba su padre y aquellas personas que acumulan méritos en favor de España y de la Corona.

En una jornada marcada por la lluvia intensa, que obligó a suspender la exhibición aérea y el salto en paracaídas, los ánimos se relajaron en la recepción posterior en el Salón del Trono del Palacio Real. La Princesa de Asturias participó en el besamanos, a la derecha del Rey Felipe VI, y también en los corrillos con los invitados, ya en un ambiente más distendido. Habló, sobre todo, de su condición de guardiamarina y de su estancia en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), puesto que era el principal punto de interés de quienes se acercaban a ella. También hizo alusión al aguacero de la mañana y comparó la temperatura gallega con la de la capital. Se mostró agradecida con todos y no perdió su encantadora naturalidad, siempre bajo la mirada orgullosa de la Reina Letizia.

Como ocurrió el año pasado, cuando los Reyes invitaron a un grupo de compañeros de la Academia Militar de Zaragoza, este año la Princesa Leonor ha recibido en el Palacio Real a cinco estudiantes guardiamarinas de Marín, a quienes saludó con un apretón de manos y una amplia sonrisa.

A la Princesa le espera una agenda llena de vida para las próximas semanas. El 24 de octubre recibirá en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Oviedo el título de alcaldesa honoraria de la ciudad, distinción que obtuvo su padre hace 36 años. También se le hará entrega de la Medalla de la Comunidad Autónoma con motivo de su mayoría de edad, una condecoración que también tiene Felipe VI. Un día después presidirá en el Teatro Campoamor de la capital asturiana, junto a los Reyes, los premios que llevan su nombre. Y el 31 de octubre, ya en Marín, cumplirá 19 años.