El ingreso de la Princesa de Asturias en la Academia General Militar de Zaragoza supone un punto y aparte dentro de la vida de Leonor de Borbón y marca su acceso a la vida adulta donde se da por hecho que comenzará a desarrollar una agenda propia con un marcado perfil. En lo que queda de año, se espera su jura de bandera, programada para el 7 de octubre, la entrega de los premios Princesa de Asturi, a finales de octubre, o su cumpleaños, el 31 de octubre también, y su consiguiente jura de la Constitución delante de las Cortes Generales.

Pero con su mayoría de edad también se empieza a especular sobre los posibles amores de Leonor. La revista alemana «Bunte», de hecho, ya le ha adjudicado un novio: Gabriel Giacomelli, que a priori no parece un mal candidato, pero lo cierto es que, si optara por seguir la línea clásica de las familias reales, la princesa cuenta con un destacado número de candidatos con los que compartir la vida del trono.

A la vez que veíamos a la Princesa Leonor vestida de militar, la familia real belga publicaba una foto del príncipe Gabriel, segundo en la línea de sucesión, con uniforme militar al cumplir los 20 años de edad. El hijo de Felipe y Matilde de Bélgica habla tres idiomas y cuenta con una impecable formación: cursa segundo año de ciencias sociales y militares.

El matrimonio de la Princesa de Asturias con este joven sería un gran gesto histórico al unir de nuevo Flandes con la corona española.

Pero si queremos hablar de unir familias, quizás el mejor candidato para eso sería el archiduque Carlos Constantino de Habsburgo. Bisnieto del último emperador del Imperio Austrohúngaro, tiene 19 años y es un experto jinete y artista del volteo, un deporte ecuestre que consiste en realizar diversas piruetas sobre el caballo. Con él, los Habsburgo regresaría a la corona española, tras el periodo de los Austrias y conseguiría, además, que el próximo heredero al trono contara con dos de los apellidos más prestigiosos de la realeza europea.

El ojo derecho de Rania

Si la familia real quisiera ampliar fronteras con el matrimonio de la Princesa, otra opción podría ser el príncipe Hashem de Jordania, el hijo pequeño de Abdalá II y Rania de Jordania. El joven de 18 años cada vez tiene un papel más protagonista en la familia real. De hecho, destacó en la boda de su hermano, Hussein, donde fue el encargado de llevar a la novia «al altar». Un punto a su favor para conquistar el corazón de Leonor sería el ser el ojo derecho de su madre que, como es bien sabido, mantiene una relación más que cordial con Doña Letizia. Aquí las consuegras ya serían amigas.

Otra tradición dentro de las familias reales es la de casarse con alguien de su círculo familiar cercano. En este caso, nadie mejor que alguno de los hijos de Pablo de Grecia y Marie-Chantal. El matrimonio cuenta con cuatro posibles candidatos: el pretendiente al trono, Constantino; el más conocido de todos, Achileas, y los dos pequeños, Odysseas y Arístides. Entre todos ellos, claramente nos decantaríamos por Achileas, segundo en la línea de sucesión y con un destacado perfil público. El único problema es que, por el momento, tiene el corazón ocupado.

Por último, la casa real española quizás prefiriera un candidato español. En este caso, hay un nombre que destaca por encima de todos: Luis Martínez de Irujo y Casanova. Con el hijo de Cayetano y Genoveva, la casa de Alba se uniría al trono, generando una pareja perfecta no solo para la política sino para la prensa rosa.