A punto de concluir su año más complicado, Kate Middleton ha encontrado en el cánceruna lección de vida que, seguramente, nunca habría querido tomar. En este tránsito inesperado de la salud a la enfermedad, y viceversa, la princesa ha extraído algunas enseñanzas positivas que ha compartido en forma de carta unos días antes de la misa de Navidad que celebrará el próximo 6 de diciembre, en la Abadía londinense de Westminster.

En ella expone pensamientos en los que pone en valor el amor y el cuidado de los seres queridos."El amor es el mayor regalo que podemos recibir", dice en este mensaje que ha difundido el Palacio de Kensington, dirigiéndose a los 1.600 invitados de la misa de villancicos "Juntos por Navidad", organizada por ella. La princesa de Gales ha escogido este momento porque concibe la Navidad como una ocasión especial para aparcar "las presiones de la vida diaria".

Anima a los destinatarios de su misiva a "parar y reflexionar" para recibir la vida con "un corazón abierto, amor, amabilidad y perdón". "La historia de la Navidad -escribe- nos anima a considerar las experiencias y los sentimientos de otros, también refleja nuestras propias vulnerabilidades; nos recuerda la importancia de dar y recibir empatía y nos anima a acercarnos al amor frente al miedo". Desde sus vivencias en estos últimos meses, la princesa insiste en el amor como el mayor regalo y como una "luz que puede brillar con más fuerza incluso en nuestros momentos más oscuros".

Se despide aconsejando brindar "palabras amables, un oído para escuchar, un brazo que agarre un hombro cansado o simplemente, permanecer en silencio al lado de alguien". El 6 de diciembre la Abadía de Westminster recibirá a sus feligreses con decoraciones "festivas y sostenibles" y un "árbol de la amabilidad" en el exterior, donde los asistentes podrán dedicar una de las decoraciones a alguien que les ha ayudado a lo largo de su vida. Además, se entregará a cada uno de los invitados a la misa la carta de la princesa de Gales.