Los Windsor
Kate y Carlos III, un vínculo especial que se estrecha más
Desde que la princesa de Gales anunció que padece cáncer, su relación con el soberano ha cambiado. Están juntos en esta lucha
Cuando Kate habló en su conmovedor mensaje de cómo estaba «pensando en todos aquellos cuyas vidas se han visto afectadas por el cáncer», añadiendo «no estáis solos», su suegro, Carlos III, estaba muy presente en esas palabras. El monarca, de 75 años, y la princesa de Gales, de 42, siempre han tenido una relación muy especial. Queda reflejado en cada acto público, cuando ella lo saluda primero con un beso antes de hacer la reverencia. Incluso cuando las cámaras no están pendientes, se nota esa complicidad. En la misa celebrada en la Abadía de Westminster en 2022 para conmemorar los 70 años históricos del reinado de Isabel II, Carlos le lanzó un beso con ternura a Kate mientras esperaban a que comenzara la procesión real. Fue un momento conmovedor que pasó desapercibido para la congregación, pero demostró el gran afecto que se tienen. Y el hecho de que ambos estén librando ahora la batalla contra el cáncer no ha hecho otra cosa que estrechar aún más su vínculo.
Impacto positivo
Una de las razones por las que la princesa de Gales decidió grabar el vídeo que ha dado la vuelta al mundo, según revela el diario «The Telegraph», es porque se sintió «alentada por la calidez con la que se recibió la declaración pública del rey sobre su salud y el impacto positivo que ha tenido en otras personas que están pasando por lo mismo». Aunque se entiende que el príncipe William tuvo sus reservas y se preguntó «por qué debería tener que explicarse», Kate Middleton consideró que era la única manera de lidiar con la noticia. Su círculo cercano asegura que «tiene una determinación férrea» y que «una vez que se propone algo, no hay nada que la detenga».
El secretismo con el que el Palacio de Kensington había estado actuando hasta ahora levantó muchas críticas. Pero ahora se ha sabido que para los príncipes de Gales tomó tiempo aceptar el «gran shock» y luego poder contárselo a sus tres hijos pequeños. Para ellos, los niños son la absoluta prioridad.
Habiendo tenido un matrimonio extremadamente difícil con Diana, el actual monarca siempre ha apoyado el deseo de su hijo mayor y heredero de priorizar a la familia sobre La Firma.
Por lo tanto, Carlos III, que según cuentan siempre ha tenido una «debilidad» por Kate Middleton, apoyó por completo al príncipe William cuando este se retiró de la agenda pública para cuidar a su mujer.
El príncipe de Gales está «extremadamente orgulloso» del «coraje y la fuerza» mostrados por su esposa. Un portavoz del Palacio de Kensington apuntó que «están enormemente conmovidos por los amables mensajes de la gente aquí en el Reino Unido, en toda la Commonwealth y en todo el mundo». «Están muy conmovidos por la calidez y el apoyo del público y están agradecidos por la comprensión de su solicitud de privacidad en este momento», apuntan. Entre los que habría contactado por privado estaría, según la Prensa americana, el príncipe Harry y Meghan Markle. Tras las tensiones, quizá este sea un buen momento para la reconciliación.
Se cree que los príncipes de Gales y sus tres hijos –George, 10 años, Charlotte, de 8, y Louis, de 5– están pasando las tres semanas de vacaciones escolares por Semana Santa en su residencia de Norfolk (este de Inglaterra), uno de sus lugares favoritos y donde cuentan con privacidad.
Apoyo a su familia
El príncipe William regresará a sus funciones públicas después de que los niños regresen a la escuela el 17 de abril, cuando continuará equilibrando el apoyo a su familia con sus deberes reales. Para el regreso de Kate, de momento, no hay fecha. Destacados médicos han sugerido que el estado de la princesa de Gales reflejaba una nueva y misteriosa «epidemia» de cáncer abdominal en personas más jóvenes. Revelaron que ha habido un aumento significativo en el número de menores de 45 años, muchos de ellos en forma y aparentemente sanos, que presentan cánceres que normalmente se observan en pacientes mayores, lo que provocó una lucha entre los científicos para establecer qué está causando esta tendencia.
La princesa de Gales ha optado por no revelar por qué necesitó una cirugía abdominal en enero, ni qué tipo de cáncer le habían encontrado. De momento solo se sabe que los médicos le han recomendado ciclos de quimioterapia preventiva.
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