Haakon de Noruega, muy claro al hablar de la evolución de la princesa Mette Marit

La salud de la princesa Mette Marit de Noruega lleva mucho tiempo preocupando a su pueblo, pero en las últimas semanas ha sufrido un bajón considerable que le ha obligado a parar. Así se anunció de forma oficial cuando se dio a conocer que la fibrosis pulmonar crónica que padece requería de un nuevo ciclo de tratamiento que le impediría afrontar futuros compromisos institucionales. Sí que se le ha visto de compras con su hijo Marius Borg, en medio de la polémica por sus detenciones por violencia de género y sus graves problemas con la justicia que podrían terminar en una condena a prisión. Con la mente en esta problemática familiar que amenaza los cimientos de la Corona, sigue inmersa en su tratamiento y batallando contra los incómodos efectos secundarios.

Los efectos derivados del tratamiento que debe tomar para su enfermedad recomiendan su descanso, de ahí que se haya cogido la baja médica. No podrá afrontar tareas de representación de la institución, como así anunciaron desde la Casa Real noruega, que cancelaba algunos encuentros y aplazaba los que sí mostraban tal flexibilidad de agenda, para acomodar la baja médica de la princesa. Un retiro obligado que durará una semana, aunque se deja abierta la posibilidad de ampliar unos días más en caso de que sea necesario. Y es que su salud es delicada cuando los efectos secundarios del tratamiento hacen mella en su organismo. De ahí la preocupación de los noruegos por ella y por conocer cada vez más detalles sobre su evolución. Algo que ha quedado, en parte, resuelto, después de que su marido, el príncipe Haakon de Noruega, haya respondido a la pregunta más repetida estos días.

Ha sido el medio noruego Nettavisen el que se ha llevado la ansiada respuesta. A la espera de que se produzca algún tipo de anuncio oficial para informar sobre el avance de la princesa Mette Marit en su recuperación, ha sido su marido quien ha tomado la iniciativa. Ha sido muy escueto, pero lo suficientemente claro y contundente como para despejar ciertas dudas y, sobre todo, para tranquilizar a los más preocupados. Así, ante la pregunta sobre cómo se encuentra su esposa en plena baja médica, él asegura que “está bien”. No ha profundizado mucho en sus declaraciones, pero al menos eso nos daría una pista de que todo sigue según lo previsto y que, en los próximos días, recuperará la normalidad con su vuelta al trabajo.

Algo que se toman con calma desde la Casa Real noruega, que ya se ha enfrentado antes a este tipo de inconvenientes a la hora de gestionar los actos de representación de la Corona. Los problemas de salud de la princesa Mette Marit no son nuevos y en anteriores ocasiones había precisado del mismo tratamiento para afrontar la fibrosis pulmonar crónica que padece. Así lo anunciaban ellos mismos al excusar la ausencia de la mujer del príncipe Haakon en las próximas convocatorias, incluso antes de iniciar el proceso médico que le dejaría sin fuerzas para trabajar: “La experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para su agenda oficial. Por eso, nos parece natural compartir esta información en la situación en la que nos encontramos”, detallaban. No querían silenciar algo tan rutinario que, llegado el caso, provocase una alarma innecesaria y surgiesen incómodos rumores sobre su salud. Bastante tienen ahora con salir airosos ante el azote del huracán Marius Borg.