Reino Unido
El dineral que han pagado los británicos por culpa del príncipe Harry y Meghan Markle
El duque de Sussex emprendió una batalla legal contra el ministerio del Interior de su propio país tras abandonar sus funciones como miembro activo de la Corona
Ya han pasado más de tres años desde que Meghan Markle y el príncipe Harry se apartaron de la Casa Real británica y renunciaron a todo lo que conlleva ser un miembro activo de la Corona. De este modo, dejaron de percibir su asignación presupuestaria, con el deseo de alcanzar “de modo gradual una independencia económica”. Una de las consecuencias más inesperadas para ellos fue la pérdida del equipo de seguridad que velaba por su integridad, financiado con fondos públicos. Desde que se produjo el llamado “Megxit”, son los duques de Sussex quienes tienen que costear este servicio.
El príncipe Harry nunca se ha mostrado de acuerdo con esta situación, y emprendió una batalla legal contra el ministerio del Interior de su país con el objetivo de “garantizar su seguridad y la de su familia mientras se encuentra en el Reino Unido para que sus hijos puedan conocer su país de origen”. Se trata de la primera vez que un miembro de la Familia Real emprende acciones legales contra el Gobierno, iniciando así una sonada polémica que, de nuevo, ha salpicado al Palacio de Buckingham.
El descontento con los duques de Sussex se ha generalizado entre la población, sobre todo después de que varios diarios británicos hayan publicado el coste que ha tenido para las arcas del Estado su guerra judicial contra el ministerio: la friolera de 296.882 libras, algo más de 330.000 euros.
Lo cierto es que la principal preocupación del príncipe Harry no es económica, sino logística. A través de un comunicado, el hijo de Diana de Gales y el Rey Carlos III expresó que necesitaba que el servicio del Reino Unido velara por su seguridad porque es el único que tiene acceso a información importante a la hora de asegurar su integridad, a diferencia de su escolta privada de Estados Unidos, que no tiene jurisdicción en su tierra natal. De hecho, aseguró que estaba dispuesto a asumir los costes que conllevan que los agentes públicos trabajen para él y su familia cuando se encuentre en el país, pero, de momento, no hay acuerdo.
Cuestión de vida o muerte
Lo cierto es que la seguridad del príncipe Harry y su familia se ha visto más comprometida que nunca, después de que él mismo revelara en “Spare”, sus memorias, que asesinó a 25 talibanes en Afganistán mientras prestaba el servicio militar al Reino Unido. Tras estas revelaciones, Al Qaeda llamó a sus militantes a través de su revista “One Unmah número 8” a “dar paso a las manos islámicas para que sean ellas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos”.