El secretismo en torno al estado de salud de la princesa de Gales hace que todos los estamentos del Reino Unido estén preocupados por ella. Los Windsor, por su parte, siguen manteniendo silencio. Kate Middleton fue intervenida de una cirugía abdominal el pasado mes de enero. Tras trece días ingresada, la princesa recibía el alta hospitalaria y se refugiaba en Adelaide Cottage, su residencia en Windsor. Todo lo que ha venido después no han sido sino especulaciones sobre su salud. La foto retocada por la propia Kate Middleton, el Día de la Madre en Reino Unido, y su salida el pasado domingo con el príncipe William no han hecho sino aumentar los rumores sobre el verdadero motivo de su baja médica.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha calificado en "Times Radio" la situación de "chismes de pueblo pasados de moda" . El primado ha salido en defensa de la princesa de Gales y de la Familia Real. Ha querido mostrarles su fidelidad y ha pedido cautela antes de seguir especulando sobre la salud de Kate.

"Creo que estamos obsesionados por la conspiración y tenemos poco sentido de la humanidad de aquellos que quedan atrapados en el resplandor de las noticias», ha afirmado, después de decir que «cotorrear de esta manera está mal». Además Welby ha pedido un ejercicio de reflexión: "La gente debería poder estar enferma, someterse a una operación de lo que sea y hacer su vida en paz sin que nadie le exija demostrar algo cada dos día"», djo, recordando además que la rumorología en torno a la futura reina no es sino «el cotilleo de pueblo de toda la vida que ahora puede dar la vuelta al mundo en segundos, y debemos dar la espalda a eso".