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Carmen Martínez Bordiú vende un exclusivo recuerdo de Franco por 12.000 euros
La nietísima ha querido desprenderse de parte de la historia de su familia y, con ello, parte de la Historia de España
De sobra es conocida la historia de Francisco Franco en nuestro país, así como su legado. Este terminó en manos de su única hija, Carmen Franco, que falleció el pasado diciembre de 2017 tras presentar batalla a una larga enfermedad. Con ello, todas sus propiedades tendrían que ser repartidas entre sus siete vástagos, entre ellos Carmen Martínez Bordiú, que parece querer desprenderse de parte de su historia familiar y sacar a subasta sus recuerdos. Así lo hace al menos con una pieza única que era propiedad de su abuelo y a la que no encuentra utilidad. De ahí que haya decidido buscarle un nuevo dueño que sepa valorar no solo su función estética, sino también su lado más práctico y, sobre todo, su importancia como un pedacito de historia de España. Y todo por el módico precio de 12.000 euros.
Aunque en un primer momento puede parecer un montante elevado al ver que el objeto de deseo es una vajilla, lo cierto es que es una pieza única en el mundo. Está completa y puede dar de comer con toda la elegancia que se le presupone a 50 comensales, lo que hace las mieles de las grandes casas en las que estos detalles se cuidan cuando los invitados son multitudinarios. Además, para contextualizar su valor, está diseñada por la prestigiosa firma portuguesa Vista Alegre, que el propio dictador luso Antonio Oliveira Salazar le hizo personalmente a su homólogo, Francisco Franco. Tras su muerte quedó a custodio de la familia, hasta que tras la muerte de Carmen Franco llegó a manos de la nietísima, Carmen Martínez Bordiú, que parece dispuesta a deshacerse de ella.
Una vajilla con una gran historia por detrás que, en realidad, si no da uso y no atesora con la estima que se le presupone, ha preferido ponerla a la venta. Aunque lo ha querido mover de forma discreta, lo cierto es que ha trascendido ya no solo su intención de encontrarle un nuevo dueño a este pedazo de historia que simboliza la unión de los dos estados en tiempos convulsos. También que pide por su precisada joya 12.000 euros, detallando a través de expertos que cada una de las piezas ha sido pintada a mano en tonos dorados y con detalles únicos que no se repiten a lo largo de la amplia colección. Decir que es exclusiva es quedarse cortos. Quizá lo suficiente incluso como para activar vías alternativas a las subastas populares, como así ha querido que sea la propia Carmen, tal y como apuntan desde ‘Look’.
Así, la estrategia a seguir por Carmen Martínez Bordiú para deshacerse de un recuerdo de Francisco Franco que le dejó en herencia su madre es mediante la discreción. Un experto en el sector es el encargado de encontrarle el dueño idóneo a su histórica vajilla para 50 comensales, mostrando imágenes de su genuinidad, aunque asegurando la discreción de sus propietarios. No se desvela a quién pertenecía, ni el precio hasta que el futurible cliente muestra un interés real en la colección, tal y como detallan desde el citado medio. Y es que ha debido de haber cierta filtración en el proceso que ha echado por tierra los intentos de la nieta del dictador a ceder parte de su historia familiar a cambio de algo de liquidez. Eso sí, su necesidad económica no debe ser muy aguda, pues tiene en su poder otras muchas piezas que podrían valer auténticas fortunas entre los coleccionistas y por ahora ha optado por continuar atesorándolas en su hogar, con la idea de que permanezca entre los suyos.
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