Nos colamos en la mansión familiar de Rocío Jurado que Rocío Carrasco ‘desordenará' delante de toda España

Este martes a las 22 horas se entrena, por fin, el nuevo especial dedicado a Rocío Juradoque lleva por protagonista a su hija mayor, Rocío Carrasco. ‘Montealto, regreso a casa’, así se llama este homenaje en el que veremos como la heredera universal de la fallecida artista se reencuentra públicamente con su pasado y con todo tipo de recuerdos, relacionados, incluso, conAntonio David Flores.

La también conocida como ‘Villa Jurado’ se encuentra ubicada en La Moraleja, uno de los barrios más exclusivos de Madrid. Nos encontramos ante una mansión de tres plantas construida sobre una parcela de 2.750 metros.

Esta noche, Telecinco ha querido reconstruir esta vivienda dentro de los estudios de Mediaset haciendo su propio ‘Montealto’. Una casa hecha exclusivamente para este especial que alberga casi 30 toneladas con muebles, vestidos y más de mil objetos tanto de la artista de Chipiona como de todo aquel que vivió junto a ella.

Ahora, todas esas cajas y contenedores se abren para que el público descubra la importancia de esta casa que Rocío Jurado adquirió a finales de los años 70, y en la que tantas cosas han vivido rostros como el fallecido Pedro Carrasco, Ortega Cano, Gloria Camila,José Fernando y la propia Rociito, entre otros. ‘La más grande’ presentó dentro de aquellas cuatro paredes a Gloria y José Fernando, más concretamente en su habitación. Allí celebraba sus famosos cumpleaños en compañía de su familia y de la prensa. También fue el lugar elegido en 2004 para convocar a los medios de comunicación con el fin de anunciar que padecía cáncer de páncreas.

Tras su muerte, y como una de sus últimas voluntades, Jurado pidió que esa casa llena de felicidad se vendiera. Y así fue. Un inversor fue el encargado de comprarla por una cifra que oscilaba los cuatro millones de euros. Debido a la crisis del año 2008, la casa acabó saliendo a subasta pública casi diez años más tarde, y finalmente el banco fue el encargado de quedársela.