Documental
Georgina Rodríguez ya no es ‘la novia de Cristiano’: destapamos su verdadera personalidad tras el reality de Netflix
La de Jaca ha revolucionado medio mundo con su reality de Netflix, que ha conseguido arrasar y no dejar indiferente a nadie en menos de cuarenta y ocho horas.
Georgina Rodríguez ha conseguido su objetivo, que no es otro que se la conozca más allá de su relación con el futbolista Cristiano Ronaldo. ‘Yo soy Georgina Rodríguez’, su reality que se emite en Netflix desde este jueves, coincidiendo esta fecha con su 28 cumpleaños, ya está arrasando en la conocida plataforma de streaming. Son millones las personas que se han interesado y que ya han podido conocer la vida y la faceta más personal de la de Jaca.
Desde su infancia más humilde y sus inicios como camarera en tierras aragonesas, a su complicada mudanza a la capital con firmes intenciones de comerse el mundo. Ella asegura y se reitera en que sabe lo que es no tener nada y tenerlo todo. Es por eso que durante los siete capítulos sobre su vida, se confirma la marcada personalidad de Georgina a la hora de demostrar que, pese a presumir de lujos y de una vida de fantasía, ella sigue manteniendo su esencia y la capacidad de adaptarse a todo tipo de situaciones.
En uno de los episodios, cuando la protagonista regresa junto a su hermana Ivana a Jaca, se aprecia como todos sus paisanos y la gente que un día la quiso, continúa tratándola como aquella niña inteligente que solo quería bailar y que se obsesionó con que algún día compraría una casa en el municipio. Sus compañeras de la escuela de baile, la que fue su jefa en el bar que trabajó y otros conocidos de toda la vida se rinden en elogios y piropos hacia ella. Una Georgina emocionada que, lejos de mostrar una actitud de ‘diva’, deja ver su lado más cercano y nostálgico respecto a su pasado, ya que es conocedora de que si se ha convertido en quién es a día de hoy es, en gran parte, gracias a sus orígenes.
A pesar de que la pareja de Cristiano Ronaldo confiesa que durante su adolescencia se sintió bastante sola, incluso perdida, en la actualidad, además de destacar el papel importante que han jugado sus padres y su hermana en su vida, cuenta con otra familia: las queridas. Así define ella a su grupo de amigos, quienes considera como de su propia familia y a los que dedica una parcela de tiempo muy importante en su día a día. Ahí encontró el amor y el disfrute que no hizo dentro de su propia familia. Cabe destacar que una de sus hermanas y otros miembros de la misma no han dudado en calificar a Georgina de “malvada” e “interesada”,entre otras muchas cosas.
Lo que muestra en su reality es precisamente todo lo contrario. Su faceta más entregada -y consentidora- como madre, sus continuos detalles con la gente que quiere y su desinterés a la hora de ayudar a los más necesitados en diferentes fundaciones, la convierten en una persona, para muchos, ejemplar, quien, a pesar de tener a su disposición los servicios y lujos más inalcanzables, como grandes yates o su jet privado, no se olvida de todos aquellos que necesitan de su ayuda.
Son casi 31 los millones de personas que día tras día siguen sus pasos en Instagram, red social en la que Georgina Rodríguez ha conseguido superar todos los límites y convertirse en la mujer con más seguidores de nuestro país. La mayoría de ellos se interesan por sus viajes, los eventos a los que acude y, sobre todo, por sus carísimos y exclusivos looks que luce en las grandes fiestas o durante su día a día. Detrás de sus estilismos y, en general, de su imagen, se esconde un equipo de personas que la acompaña en todo momento con el fin de aconsejarle y asesorarle lo mejor posible.
Georgina es mucho más que ‘la novia de Cristiano’, al que, por cierto, dice respetar, querer y adorar de una manera muy normal, más allá de lo que la gente pueda pensar.