Cuando los focos se apagan
La profunda adoración de David Flores por Olga Moreno y su verdadera relación más allá de la consanguinidad
La familia Flores-Moreno no entiende el motivo por el que se pone en tela de juicio el vínculo y la unión del joven con la empresaria. Destapamos los aspectos más desconocidos de un amor que va más allá de lo común.
El divorcio de Olga Moreno y Antonio David Flores está a la vuelta de la esquina. Más pronto que tarde, ambos firmarán los papeles que supondrán un antes y después en su vida en común. A pesar de que el todavía matrimonio permanece unido de cara a la opinión pública por el bien de sus respectivos hijos, son muchos los interrogantes sobre qué pasará con la pequeña Lola, hija en común de ambos, y con David Flores Carrasco.
‘La Razón’ ya publicó hace unas semanas que el hijo de Antonio David y Rocío Carrasco desea quedarse y vivir junto a Olga. A pesar de que quiere a su padre, la profunda debilidad que siente por la empresaria es algo que conocen muy bien en el núcleo familiar.
Para él, Olga es el referente femenino que desde hace años no tiene, y también la mujer que ha estado a su lado en los buenos y sobre todo en los malos momentos. Se desviven el uno por el otro y ella siempre ha intentado protegerle de todo aquello que pudiera hacerle daño. Comparten rutina, y en definitiva, una vida en la que prevalece el cariño por encima de todo lo demás.
Para las hermanas de Olga, David Flores es como su sobrino, y para los padres de estas, un nieto más. A David le encanta ir a Sevilla a reunirse con la familia de la mujer de su padre y no duda en acudir a todas las celebraciones que reúnen a los Moreno-Obrero, quienes no entienden el motivo por el que se juzga la relación tan especial que une al joven con la ganadora de ‘Supervivientes 2021′. Al igual que la que esta mantiene con Rocío Flores.
Una realidad por la que todas las partes deberían estar agradecidas, y más cuando todo se hace por voluntad propia y sin ningún tipo de imposición, ya que es el hijo de su marido y no el suyo. Pero no todo en la vida es la consanguinidad, y en el caso de Olga y el joven David, existe un vínculo tan fuerte que nada ni nadie podrá cambiar porque ya es para siempre.