El pasado viernes ‘La Razón’ publicaba en exclusiva que José Fernando Ortega Cano y su novia Michu tienen planeado casarse a finales de este año, cuando él reciba el alta en el centro San Juan de Dios, ubicado en la localidad madrileña de Ciempozuelos. Allí continúa con tratamiento de desintoxicación de sus adicciones desde hace cuatro años.

La ilusión de Michu por contraer matrimonio con el padre de su hija Rocío es una prioridad absoluta en su vida, pero anoche, su futuro suegro, Jose Ortega Cano, dejaba entrever en un especial de “Viva el verano”que esa boda podría retrasarse porque Josefer estaría pensando en permanecer un año más en el citado centro de rehabilitación para salir curado totalmente y sin miedo a recaer en anteriores adicciones.

Aún así, desde San Juan de Dios nos llega la filtración de que “José Fernando ha experimentado en el último año una mejora de casi el cien por cien, por lo que podría ser dado de alta sin problemas en los próximos meses. Es un paciente que se toma muy en serio el tratamiento y que habla continuamente de su hija. Su padre le visita todas las semanas, le trae comida y pasan horas hablando. Se les ve muy cariñosos el uno con el otro”. Esa misma fuente asegura haber escuchado a Josefer “referirse a su boda con su pareja, y lo comentaba muy contento”.

Ortega estuvo hace poco en una urbanización de un pequeño pueblo de Guadalajara, que se encuentra a una media hora en coche de su domicilio de la localidad madrileña de Fuente del Fresno. Allí se interesó por un chalet de dos plantas valorado en poco más de doscientos cincuenta mil euros. Dicen que su intención es adquirirlo para que vivan en él su hijo, Michu y su nieta, pero la idea de tener un vecino mediático no agrada entre los lugareños, porque ya vislumbran la,presencia de paparazzis. Y la tranquilidad del lugar se vería afectada en demasía.