El príncipe Harry ya está en Londres. El nieto de la Reina Isabel II ha llegado al aeropuerto de Heathrow, procedente de California, para asistir al funeral de su abuelo el Duque de Edimburgo que falleció el pasado viernes. El duque de Sussex ha volado solo, sin la compañía de su mujer Meghan Markle, ni del pequeño Archie.

El duque se ha trasladado desde el aeropuerto al palacio de Kensington donde deberá guardar varios días de cuarentena, como se exige a cualquier viajero que llega a Reino Unido, debido a las restricciones sanitarias marcadas por la pandemia.

Se trata de la primera vez que Harry se reúne con su familia desde hace un año, tras abandonar los compromisos reales en enero de 2020. Fue entonces cuando se trasladó con su familia a vivir en Canadá para posteriormente instalarse en Montecito, California.

Es la primera vez que regresa también después de la polémica entrevista concedida a Oprah Winfrey en la que no dejaba muy bien parada a la Familia Real, a la que acusaba de racismo.

El duque de Edimburgo será despedido el próximo sábado, 17 de abril, en la capilla de St James de Windsor ante un reducido número de asistentes debido a la crisis del coronavirus. Solo treinta personas podrán estar en el funeral y Harry estará, según los medios británicos, junto a su hermano el príncipe Guillermo y su padre, Carlos de Inglaterra, caminando en procesión tras el ataúd hasta el templo.