¿Qué es la andropausia? Existe y empieza antes de lo que crees

Gracias a la creciente labor de sensibilización por parte de los medios de comunicación y la comunidad médica y científica, la menopausia ha dejado de ser un tema tabú. Sin embargo, la andropausia sigue siendo un concepto poco conocido para muchos, tanto que aún hay quienes creen que es un mito. La realidad es que la andropausia es un fenómeno comprobado, y alrededor del 82% de los hombres experimentan sus efectos a partir de los 50 años. Este proceso hace referencia al envejecimiento de los hombres en términos reproductivos y sexuales, aunque, a pesar de las diferencias, se pueden encontrar similitudes con la menopausia.

Una de las manifestaciones comunes entre ambas condiciones es la disminución del deseo sexual, en el caso del hombre se traduce en la pérdida de erección o dificultades para lograrla, lo que lleva a la disfunción eréctil. Además, la andropausia puede desencadenar una serie de síntomas que afectan el bienestar general, tales como depresión, irritabilidad, problemas de concentración, pérdida de memoria, falta de energía, disminución de la masa muscular, osteoporosis y alteraciones en el sueño.

Diferencias con la menopausia

La principal diferencia entre la andropausia y la menopausia radica en la forma en que se desarrollan. Según Nelson Díez, urólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, en los hombres la disminución de testosterona ocurre de manera progresiva a partir de los 35 años, y rara vez se llega a un déficit total. Por el contrario, la menopausia ocurre en un periodo de tiempo más corto, con la desaparición casi total de los estrógenos entre los 48 y los 55 años, lo que marca el fin de la fertilidad en la mujer. En los hombres, en cambio, la fertilidad puede mantenerse activa dependiendo de la edad de su pareja, lo que permite que la concepción siga siendo una posibilidad.

Aunque uno de los efectos de la andropausia puede ser una reducción significativa en la cantidad y calidad del esperma, este no es el único ni el más relevante. El descenso de los niveles de testosterona tiene un impacto importante en la salud física del hombre. Según el Dr. Díez, uno de los efectos más notables es la pérdida progresiva de masa muscular y ósea, acompañada de un aumento en el peso corporal y el porcentaje de grasa, particularmente en la zona visceral. Esta situación eleva el riesgo de padecer síndrome metabólico, resistencia a la insulina, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Además, cuando los niveles de testosterona caen por debajo de lo esperado para su edad, los hombres pueden experimentar síntomas como dificultades para concentrarse, disminución del deseo sexual, falta de energía, apatía, tristeza, mayor tendencia a la depresión y cambios emocionales. Estos síntomas pueden afectar profundamente la calidad de vida.

Prevención y Tratamiento

Afortunadamente, la andropausia no es un proceso irreversible y existen diversas estrategias para prevenir su avance o al menos mitigar sus efectos. El Dr. Díez recomienda adoptar un estilo de vida saludable como la mejor forma de prevenir la andropausia. Entre las medidas más eficaces se incluyen mantener una alimentación equilibrada, practicar ejercicio físico regularmente, reducir el sobrepeso, evitar el consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol, y limitar la ingesta de azúcares refinados y drogas.

En los casos en los que ya se presenta un síndrome de déficit de testosterona o andropausia, la terapia hormonal sustitutiva puede ser una opción. Este tratamiento busca restablecer los niveles de testosterona en el cuerpo masculino a los valores propios de su edad. La testosterona puede administrarse de distintas maneras: vía transdérmica (por medio de parches), intramuscular o, en algunos casos, oral.

La concienciación y la intervención temprana son fundamentales para gestionar los efectos de la andropausia, permitiendo que los hombres puedan llevar una vida plena y activa a medida que envejecen. Con un enfoque adecuado, es posible frenar o retrasar el impacto de esta etapa natural del envejecimiento.