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San Sebastián

Urkullu: Muchos presos desean liberarse de la estrategia de ETA

El lehendakari, Iñigo Urkullu, está convencido de que muchos presos de ETA quieren liberarse de las "ataduras internas"de la organización terrorista para acogerse a beneficios penitenciarios y a medidas de reinserción como la llamada "vía Nanclares", paralizada, a su juicio, por el Gobierno.

Urkullu ha criticado por ello, en una entrevista concedida a Efe, la falta de valentía del Gobierno en política penitenciaria para propiciar que reclusos de ETA se desliguen de la estrategia de la organización terrorista o de la izquierda abertzale.

"Estoy convencido de que muchos presos estarían deseosos de poder dar ese paso, de poder liberarse de las ataduras internas y no actuar en aras a la estrategia de ETA, que quiere convertirse en un agente político, o en aras de la izquierda abertzale, que también ha venido utilizando la política penitenciaria en clave victimista", ha denunciado.

Éste será precisamente uno de los planteamientos que Urkullu quiere trasladar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la reunión que le ha solicitado.

Frente a esa "estrategia"de ETA, Urkullu reivindica el traspaso de los centros penitenciarios a Euskadi y reactivar la "vía Nanclares"a la que se acogen presos que se han desvinculado de la banda, han pedido perdón a sus víctimas y colaboran con la Justicia.

Es el caso del etarra arrepentido Ibon Etxezarreta, quien por primera vez en la historia acudió a un acto de homenaje al exgobernador civil de Gipuzkoa, Juan María Jáuregui, en cuyo asesinato participó.

"Creo que es un ejemplo que va a cundir en otros presos", pero para eso "hace falta una política penitenciaria diferente", ya que con el Gobierno del PP ha habido "un retroceso"en este ámbito, se lamenta.

Urkullu denuncia en este punto "la paralización de la 'vía Nanclares', no sólo en el impulso para que otros presos se puedan acoger, sino en la aplicación de beneficios penitenciarios"a quienes ya están en ella, como han hecho algunos jueces al permitir que ciertos presos arrepentidos salgan a la calle.

"El Gobierno español debería ser consciente del objetivo de la política penitenciaria. Si es la resocialización, hay presos que han mostrado su arrepentimiento"y "hay que ayudarles"para la reinserción, sin olvidar la historia -añade- y "sin renunciar al cumplimiento con la memoria, con la verdad y con la justicia".

Por eso cree que el Ejecutivo de Rajoy "debería ser más atrevido porque si lo hace va a facilitar que muchos presos que no pertenecen a esa vía se acojan a ella y se desliguen de la estrategia de la organización terrorista o de la izquierda abertzale".

Sobre el último comunicado de ETA del pasado 19 de julio, en el que anunció que ha "desmantelado"las "estructuras derivadas de la lucha armada"con el objeto de realizar "el tránsito del ciclo de la confrontación armada a la confrontación democrática", Urkullu dice que él no tiene "ninguna prueba"de ese supuesto desarme.

"Estamos asistiendo a comunicados de ETA que nuevamente nos retrotraen a una estrategia de dilatar el proceso"a su "conveniencia". De hecho, recuerda que algunas voces representativas de la propia izquierda abertzale le han pedido que se desarme lo más rápido posible pero sólo anuncia algo "que no ha sido contrastado, verificado".

Recuerda además que esto ocurre "después de una escenificación no muy afortunada con el llamado Comité Internacional de Verificación", en la que el lehendakari "se mojó hasta las cachas", "dando crédito a que definitivamente estamos en el tiempo del desarme".

"Yo reivindico de ETA el desarme total y verificado y muestro la disposición del Gobierno Vasco a ello si fuera necesario", ha proclamado Urkullu.

Preguntado por cómo se haría esa verificación, Urkullu admite que "es una cuestión delicada"porque otros antecedentes internacionales hacen "pensar que es necesaria una legislación apropiada para un desarme, entrega de armas o verificación de un sellado"de sus arsenales.

También tacha de "sorprendente que, ante una voluntad de desarme por parte de ETA, un Gobierno como el español no quiera tener ni siquiera interlocución, no quiera saber nada". Por eso el Ejecutivo vasco se ha ofrecido a los agentes internacionales para ayudar en ese final ordenado de la banda.

En cuanto a que ETA pueda convertirse en el futuro en un agente político, Urkullu lo rechaza de plano y cree que el surgimiento de corrientes radicales como Ibil, partidaria de volver a la lucha armada, "en todo caso debe preocupar a la izquierda abertzale", aunque cree que ésta ha demostrado durante años que tiene sus propios "mecanismos de control".