Caso Pujol
Tres declaraciones en dos años y siete meses
Esta vez los argumentos no convencieron a los fiscales. El último informe de la UDEF resultó determinante para que el primogénito del ex molt honorable Jordi Pujol entrase en libertad en la Audiencia Nacional y saliese camino de prisión. Durante dos años y siete meses, Jordi Pujol Ferrusola, ha logrado convencer al juez que no había ningún motivo para privarle de su placentera vida en libertad. El magistrado tampoco consideró necesario una medida tan drástica y que la negativa a colaborar con el esclarecimento de todo lo relacionado con el origen de la fortuna familiar tampoco justificaba enviarle a prisión.
15 de septiembre de 2014. 9:30 am. Conocía por primera vez «in situ» el despacho del juez De la Mata. En ese momento, lo que se investigaba eran 32,4 millones de euros que habría movido por 13 paraísos fiscales a través de 118 operaciones de divisas, así como otros 12 millones que llegaron a facturar sus empresas con diferentes sociedaes que lograron contratos públicos.
Ese día salió tal como entró horas antes, es decir, en libertad y sin ningún tipo de medida cautelar. Durante sus primeras horas ante el juez y los fiscales se negó a declarar sobre la «herencia» de su padre oculta en cuentas de Andorra, a la vez que aseguró que todos sus ingresos procedían de trabajos efectivamente realizados para distintas empresas, pero nunca de comisiones para intentar influir en adjudicaciones posteriores.
Pasaría año y medio, en concreto hasta el 11 de febrero del pasado año, hasta que «Junior» volviese a encontrarse cara a cara con juez y fiscales. Ese día se produjo ya un cambio sustancial en su situación: el magistrado le impuso por vez primera medidas cautelares: retirada del pasaporte, prohibición de salir de España y presentaciones semanales en el juzgado más próximo a su domicilio. Los indicios se iban apuntalando y el instructor ya aludía a operaciones concretas de blanqueo de capitales, al menos, una de ellas, al transferir de Andorra a México 2,4 millones de euros.
En esa ocasión, el magistrado consideró del todo necesario la adopción de esas medidas cautelares proporcionadas para restringir las posibilidades de Pujol Ferrusola a países done mantenía «contactos con empresas y testaferros que podrían permitirle continuar con su actividad o «dificultar» el rumbo de la investigación.
Era el primer aviso de que el viento judicial comenzaba a cambiar para «Júnior». Las pesquisas de la Guardia Civil continuaban y los informes cada vez desvelaban más aspectos que arrinconaban por días al que se ha convertido en el primer integrante de la familia Pujol sometido a régimen carcelario.
Ayer, su suerte cambió de forma drástica. Un patrimonio ingente del que no se conoce su orgen, la utilización, presuntamente, de estructuras societarias opacas, en una de las cuales llegó a incorporar a su madre, es lo que le ha llevado a que no pueda disfrutar de momento de una de sus grandes aficiones: los coches de lujos. Éstos esperarán a buen recaudo.