9J
Sánchez reaparece con Begoña Gómez en un mitin del PSOE tras su citación judicial
El partido considera que el caso de la mujer del presidente moviliza a sus votantes
"Efecto bumerán". Es lo que busca el PSOE con la imputación de Begoña Gómez. Solo un día después de que el juez Juan Carlos Peinado citase a declarar a la mujer del presidente del Gobierno como investigada, Pedro Sánchez acude junto a ella a un acto de partido. Toda una declaración de intenciones. No hay nada que ocultar. Un mensaje con carga de profundidad que apuntala la línea que los socialistas han trazado hasta el 9J: utilizar un caso que les es adverso como una oportunidad electoral.
Con gritos de "Begoña, Begoña" y una ovación recibieron los militantes socialistas congregados en Benalmádena (Málaga) a la mujer del presidente, después de que el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, llamara a responder con votos a las "paladas de fango" que están vertiendo contra ellos. "Toda la solidaridad contigo, Pedro, y con Begoña", apuntó en la siguiente intervención el Comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.
Por su parte, el líder socialista agradeció que "cuando más duramente han arreciado los ataques he sentido la solidaridad y el compañerismo de los socialistas. Os lo agradecemos Begoña y yo", dijo. La estrategia es clara. De problema judicial a activo en campaña, Sánchez está dispuesto a instrumentalizar la causa de Begoña Gómez para proyectarse como víctima de una persecución por parte de la extrema derecha. "Quieren quebrarme", repite.
A esto obedece la decisión del presidente de lanzar ayer una nueva «carta a la ciudadanía» en la que eleva el tono de la crítica a las actuaciones del juez Peinado y desvía el foco de Begoña Gómez. Se aprecia un evidente salto cualitativo en la retórica respecto al argumentario desplegado por los distintos ministros socialistas –que se limitan a mostrar su "extrañeza" por la coincidencia judicial y política, de hacer pública la decisión en campaña– hasta las acusaciones directas del presidente de intentar condicionar la cita electoral del 9J.
Sánchez busca así recuperar la iniciativa, marcando el discurso con una misiva y una aparición pública conjunta en la que llama a la movilización de su electorado para conseguir en las urnas una suerte de veredicto de inocencia para su esposa. El presidente consigue, de este modo, desviar el foco de la actividad de su mujer, por la que está siendo investigada, y lo ubica en la investigación misma, dotándola de un carácter persecutorio contra su figura.
Fuentes socialistas creen que esto acabará por beneficiarles, porque "moviliza a su electorado". Le da una razón para ir a votar en unos comicios que tradicionalmente se perciben más ajenos a la realidad cotidiana de los españoles y ante los que los progresistas se suelen mostrar más perezosos. Esta campaña se ha nacionalizado deliberadamente por los dos grandes partidos y sus líderes, que buscan jugar una segunda vuelta del 23J, aunque esto suponga invisibilizar a sus candidatas.
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