Legislatura

Puigdemont deja su órdago a Sánchez para después de las catalanas

En Junts creen que el apoyo al PP sería muy caro en los comicios. Además, para que la moción prosperase se necesitará a Vox, y es inviable para ellos. El PSOE no se cree el envite del expresident

Carles Puigdemont ha abierto la Caja de Pandora a tres días de la primera reunión con el PSOE –el sábado día 2– y el verificador internacional cuando dijo a Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo, que «podríamos votar con el PP para derribar el presupuesto o por una resolución sobre Israel, donde nuestra posición en realidad está más alineada», como confirmó a un periodista de Político-Europe que organizaba un acto en el que se premiaba a las 28 personalidades más influyentes de Europa, donde Puigdemont aparece en segundo lugar por detrás de Elvir Nabiullina, la banquera de Putin, y por delante de Viktor Orbán, el primer ministro húngaro.

El encuentro fue casual e informal pero es la primera conversación de Weber con Puigdemont. El líder de Junts per Cat recibe así el respaldo institucional del líder popular europeo. Puigdemont no dijo nada diferente a lo que ha dicho hasta ahora. «Si no hay avances suficientes», los independentistas de derechas catalanes podrían sumar sus votos a los del PP para hacer caer el Gobierno de Sánchez.

En la conversación entre ambos políticos, Puigdemont sugirió que es una opción si Junts y el PP se pone de acuerdo sobre «un presidente independiente» para sustituir a Sánchez y añadió: «Pero para eso, el PP debe dar un paso hacia nosotros. No pueden seguir tratándome como a un terrorista». Sin embargo, Puigdemont y también Alberto Núñez Feijóo, ocultan que un acuerdo entre populares e independentistas deja fuera de la ecuación a Vox, necesario para que esa moción de censura prospere. Sobre la ultraderecha, el líder popular alemán reprochó a Puigdemont que con el enfrentamiento entre separatistas y unionistas estén facilitando el crecimiento de Vox .«Os alimentáis el uno al otro», explican los periodistas de Político.

Puigdemont ha roto la discreción sobre los encuentros con el PSOE pero ha conseguido una cierta normalización de su figura nada más y nada menos que de su enemigo más íntimo: el líder de los populares europeos. Sin embargo, Puigdemont no puso fecha a este supuesto «incumplimiento del PSOE», con el que todavía no han tenido una conversación más allá del acuerdo de investidura. Algunas fuentes apuntan que el tiempo que se da Puigdemont se sitúa en dos años, es decir, después de las elecciones catalanas, porque un apoyo al PP en Madrid podría resultar muy caro en unas autonómicas. De hecho, el PSC obtuvo 19 escaños en las últimas elecciones porque recaudó muchos votos procedentes del nacionalismo que querían poner freno a un pacto de Gobierno PP y Vox.

Además, Puigdemont se enfrenta a una ruptura de su espacio político. Primero con la aparición de una cuarta lista independentista apadrinada por la Asamblea Nacional Catalana y que podría ser liderada por la actual eurodiputada de Junts Clara Ponsatí, que ha roto todos los puentes con su antiguo líder. Y segundo, con la aparición de una quinta lista de la extrema derecha catalana que podría tener predicamento en votantes de Junts per Catalunya.

Este órdago lanzado por Puigdemont tuvo su respuesta inmediata tanto por parte del partido señalado, el PP, como por el partido al que repercutiría esa posible alianza Junts-PP, el PSOE. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, descartó impulsar una moción de censura apoyada por Junts al considerar que las condiciones de Puigdemont son «ilegales». Mientras, en las filas socialistas la reacción al envite de Puigdemont fue la de responder como si se tratase de un farol. Fuentes socialistas aseguran que no se creen el aviso del expresidente y ven más una operación de «reclamo y visibilidad» para la parroquia independentista en Cataluña más que una hoja de ruta. Además, recalcan en el grupo socialista que ellos «siempre cumplen los pactos», por lo cual, el ambiente que se respira por el momento es de tranquilidad.

Con este ruido de fondo, el sábado se reunirán Puigdemont y Jordi Turull por Junts y Santos Cerdán y Juan Francisco Serrano, por el PSOE. A día de hoy se desconoce si asistirán más personas al encuentro –el PSOE no se aparta un ápice de la discreción– y quién es el mediador. Como ayer apuntaba este diario, el mediador podría ser la Fundación Henry Dunant, que fue el verificador de la entrega de armas de ETA. También se desconoce el orden del día de la reunión aunque se supone que empezará el diálogo sobre los temas contemplados en el pacto de investidura. Referéndum y 100% de impuestos serán los temas estrella pero no parece que el avance sea sustancial en esta primera toma de contacto dada las alejadas posiciones que mantienen ambos interlocutores. Aun así, todo el ambiente que rodea a la reunión sigue instalado en el más absoluto secretismo y el PSOE solo ofrecerá datos cuando haya acuerdos.