Refugiados
Óscar Camps, fundador de Open Arms: «Pedí hablar con Sánchez, pero no he tenido la oportunidad»
La actividad de Óscar Camps a bordo del buque español, rescatando inmigrantes por el Mediterráneo, ha convertido a este catalán en un nuevo icono humanitario.
La actividad de Óscar Camps a bordo del buque español, rescatando inmigrantes por el Mediterráneo, ha convertido a este catalán en un nuevo icono humanitario.
La ONG Proactiva Open Arms es uno de los protagonistas del verano. Su actividad a bordo del buque homónimo, rescatando inmigrantes por el Mediterráneo convierte a este catalán en un nuevo icono humanitario.
Sin embargo, su misión 65, calificada por él mismo como “la más difícil”, hasta el momento le ha enfrentado a los gobiernos de España e Italia, unos desencuentros que no evitará que vuelva a salir al mar. En una entrevista con LA RAZÓN, insiste en que su embarcación tiene todos los permisos y que le hubiera gustado que el embajador o cónsul italiano visitara el buque y más apoyo del Gobierno en funciones que dice se mantuvo “de perfil” los 16 primeros días.
¿Cómo fueron las últimas horas a bordo de Open Arms?
Todos los 20 días fueron muy difíciles. Era agotador. Teníamos la sensación de ser carceleros y a la vez secuestrados. Era horrible porque estábamos todos metidos en una embarcación de hierro, a 800 metros de tierra con 130 personas que habían llegado a ser 160, a las que tienes que alimentar, tienes que cuidar y atender psicológicamente. Nunca antes había visto una situación así.
¿Ha sido su misión más difícil?
Sin duda alguna. Si estos son los que están teniendo fuerzas para salir de Libia no quiero pensar cómo están los que están retenidos en esos campos.
¿Cómo le explicabas a los rescatados que no podían llegar a tierra, pese a situarse a solo 800 metros de distancia y verla con sus propios ojos?
Muchos de los rescatados tenían teléfono. Había cobertura y 4G porque estábamos muy cerca de tierra firme. Era muy difícil y estaban muy enfadados. Veían que mientras que ellos estaban ahí llegaban personas, una detrás de otra y nadie les frenaba ni les bloqueaba. Solo se nos aplicaba el decreto de Salvini a nosotros. En tres días llegaron 150 personas a Lampedusa. Estaban desesperados y se querían tirar al mar porque decían que ellos llegarían por su cuenta, que no les pasaría nada, pero no eran conscientes del peligro. La situación ha sido tan dura que en esos días, hemos evacuado por evacuación médica urgente a 65 personas. Al final hemos aprendido mucho en esta misión, hemos agotados todos los recursos jurídicos y administrativos y los hemos ganado todos.
En ese sentido, ¿el veredicto de los tribunales una victoria para vosotros?
Si y lo hemos hecho solos. He echado de menos al embajador español o al cónsul. La ultima vez que nos bloquearon el barco en Italia tuvimos la visita del cónsul que se interesó por cómo estábamos, pero en esta ocasión nos hemos visto tan abandonados, tan desalmados, que hemos tenido que hacerlo todo prácticamente solos. Y no solamente no nos han ayudado, sino que nos han dificultado. En una ocasión el fiscal estaba a punto de firmar el desembarco y el presidente del gobierno nos asigna un puerto, el de Algeciras, y entonces el fiscal nos dijo que no nos firmaba desembarco porque no íbamos.
¿El Gobierno paralizó el desembarco?
Por supuesto, se paralizó y luego tuvimos que volver a recurrir al gabinete jurídico para que volviera con los informes y el fiscal viniera a bordo y viera lo que estaba pasando. Entonces, el fiscal vino a bordo del barco, con un equipo de médicos, psiquiatras y psicólogos y estuvo una hora y cinco minutos, el tiempo suficiente para decirnos esto no se aguanta.
Al final de la crisis, el foco en vez situarse en el rescate se trasladó hacia vuestro enfrentamiento con el gobierno español y el italiano...
No solo teníamos el problema a bordo de las evacuaciones, los rescates y de la presión sino que además teníamos que soportar críticas y presión desde fuera. Yo pensaba que recibiríamos más atención del Gobierno de España y que no nos enteraríamos de las cosas a través de los medios de comunicación sino que recibiríamos la información de forma oficial.
¿Ha mantenido comunicación en algún momento con el presidente del Gobierno en funciones?
No, lo pedí pero no. Al barco se puede llamar. De hecho, me dijo Richard Gere que Pedro Sánchez le llamó al barco y habló con él. Yo no he podido hablar con él, no he tenido la oportunidad. Me hubiera gustado mucho y seguramente nada de esto hubiera ocurrido. Sí que he hablado con algún ministro y con cargos intermedios, pero siempre la respuesta era la misma: esto viene de arriba y yo tengo la llave del ático.
¿Es cierto que no queríais volver a España porque no teníais los permisos?
Nosotros salimos de puerto español y fuimos a repartir ayuda humanitaria a Grecia, luego estuvimos en Italia en Nápoles, haciendo sensibilización. Luego quedó el Mediterráneo Central sin barcos de ninguna organización. En ese momento pedimos autorización para ir a ayudar a Carola -capitana del Sea Watch- y llevarle víveres, agua y darle soporte. Cuando íbamos para allá ella decidió entrar en el puerto porque no podía mas.
¿Teníais autorización?
Nosotros teníamos autorización y lo habíamos comunicado al gobierno. Una vez llegamos allí, el Sea Watch quedó bloqueado y el Mediterráneo Central sin ningún barco. Así que nosotros decidimos navegar por esa zona. El despacho no nos prohíbe actuar, nos prohíbe actuar por nuestra cuenta y nunca si estamos coordinados o bajo la información de una administración.
Se ha cuestionado que contéis con los permisos para rescatar, ¿los tenéis?
Estas embarcación tiene todos los permisos. Nosotros llevamos dos años y medio rescatando con este barco con todas las certificaciones y con todos los permisos y sin ningún tipo de problema. El problema llega cuando vienes a España. Cuando llegas a España no le gusta que desembarques a migrantes o refugiados y entonces articulan mecanismos administrativos, incongruentes con el derecho marítimo, para dificultar cualquier cosa que quieras hacer en aguas internacionales. Como no pueden cambiar el derecho marítimo, sacan un decreto como Salvini. Se inventan decretos o articulan mecanismo administrativos para dificultar porque luego los tumbas en el tribunal. No te pueden decir que tu no puedes rescatar: el rescate es una obligación.
Vox les ha denunciado ante la Fiscalía por tráfico de personas...
Cuando no tienes un proyecto lo que haces es apuntarse al carro de los demás. Ahora Open Arms es “trending topic” y te sumas a esa carro como sea. Aprovechan nuestra imagen y nuestro tirón mediático para parecer que hacen algo, pero Vox solo busca la confrontación y la mentira. Viven a base de eso.
El Gobierno dice que se le preguntó dos veces qué necesitabais para llegar a España y que no respondieron, ¿es así?
El día 18, después de negarnos a irnos a Algeciras, nos dijeron qué necesitáis para llegar a un puerto español y no qué necesitábamos en ese momento. Y dijimos que para ir a un puerto español no necesitábamos nada porque no podíamos ir a un puerto español porque no podíamos mover el barco de donde estábamos.
¿Podríais haber hecho el viaje?
No creo que nos hubieran remolcado. Cuando alguien esta de perfil durante 16 días en una conversación, cuando se incorpora a la discusión el día 17 se ha perdido mucho y el lo que le ha pasado al gobierno español.
¿Teme que le quiten la bandera?
Nos pueden quitar el patrimonio, la bandera y todo con una multa de 900.000 euros. Este es un mecanismo más para atemorizar. Igual que el bloqueo de seis meses que pretendía ahogarnos económicamente porque si no haces nada no tienes donaciones, y si no tienes donaciones te mueres.
¿Habrá una nueva misión?
La organización no para. Estamos en origen trabajando. El barco Astral, que vino a dar soporte y cambiar de tripulación y no tienen bandera española, va a salir.
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