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«El terrorismo yihadista es una blasfemia contra Dios»
Don Felipe impuso al subinspector Jorge García Tudela y al policía Isidro Gabino San Martín Hernández la Cruz de Oro al Mérito Policial
El arzobispo castrense oficia un emotivo funeral por los dos policías asesinados, en el que estuvieron presentes todos los líderes políticos.
Emotividad y unidad fueron las principales características del funeral celebrado ayer en Madrid en honor a los dos policías asesinados el pasado viernes en el atentado junto a la embajada española en Kabul. El acto estuvo presidido por los Reyes Don Felipe y Doña Sofía, y en él estuvieron presentes los líderes de los principales partidos políticos, que decidieron hacer un alto en sus campañas electorales para recordar al subinspector Jorge García y al agente Isidro Gabino San Martín. Durante el funeral se vivieron momentos de dolor, como el protagonizado por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quien no pudo contener las lágrimas cuando saludaba y abrazaba a los familiares de los fallecidos.
Pasaban pocos minutos de las 16:30 cuando los compañeros de los caídos, de la Unidad de Intervención Policial (UIP), llegaron al madrileño complejo de Canillas cargando a hombros los féretros de los dos agentes asesinados. Ante la atenta mirada de todos ellos, incluidos los siete que lograron salvar su vida tras doce interminables horas de asalto terrorista, Don Felipe colocó sobre los ataúdes la Medalla de Oro al Mérito Policial.
El encargado de oficiar el acto religioso fue el arzobispo castrense, Juan del Río, quien aseguró que «lucharon por la libertad y fueron víctimas de los tiranos». Su homilía supuso todo un ataque contra el terrorismo yihadista, que calificó de «una blasfemia contra Dios y contra la dignidad de las personas», además de un «mal diabólico». Para el titular castrense, este «deseo de dominio e imposición del terror frente a la libertad siembra la muerte indiscriminada entre los inocentes».
Del Río, sin embargo, quiso homenajear a estos dos hombres que «buscaron la paz y encontraron la guerra», y que «custodiaban nuestras instituciones y les pagaron con la muerte», pero «sus nombres quedarán grabados en el corazón de los españoles de bien».
Tras el acto, el presidente del Gobierno fue el encargado de entregar las condecoraciones y las gorras a los familiares de los dos agentes que custodiaban la embajada, todo ante la atenta mirada de sus siete compañeros en el país asiático, que durante todo el acto han estado de pie tratando de contener la emoción.
Durante todo el funeral la tensión y las emociones parecían en cierto modo contenidas, pero explotaron al final, sobre todo cuando las autoridades, con Don Felipe y Doña Letizia a la cabeza, comenzaron a saludar a estos siete agentes que sobrevivieron al ataque de los terroristas. Fue entonces cuando Cosidó y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se fundieron un un largo abrazo con ellos, sin que el director general de la Policía pudiese contener las lágrimas.
Pero, además, el funeral de Estado sirvió para que los líderes políticos aparcasen sus diferencias y diesen muestras de unidad en torno a la Policía. Al acto asistieron, además de Rajoy, el líder de los socialistas, Pedro Sánchez; el de Ciudadanos, Albert Rivera; el de Podemos, Pablo Iglesias, y el de UPyD, Andrés Herzog. Junto a ellos también estaban los altos mandos policiales y de la Guardia Civil, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (el agente San Martín era de León), y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.