Filtración del novio de Ayuso

García Ortiz está "tranquilo" porque "en su móvil no hay mensajes de Moncloa"

Fuentes próximas al fiscal general insisten en que «no hay ninguna prueba» de que filtrara los correos

García Ortiz defiende la necesidad de proteger las instituciones sin que parezca que "hay un poder por encima de otros"
El fiscal general del Estado, Álvaro García OrtizEuropa Press

Tras el análisis policial de los mensajes cruzados entre el fiscal general del Estado y la fiscal jefe provincial de Madrid –que según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ponen de manifiesto una «participación preeminente» de Álvaro García Ortiz en las filtraciones denunciadas por el empresario Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso–, la investigación se centra ahora en el examen del contenido del teléfono del máximo representante del Ministerio Público. Y más allá de las consecuencias procesales del cruce de mensajes de García Ortiz en las horas clave de la filtración de la denuncia, primero, y del cruce de correos entre la Fiscalía y la defensa del empresario, una incógnita sobrevuela ese análisis policial. ¿Revelará el informe de la UCO ordenado por el instructor un intercambio de mensajes entre el fiscal general y el Gobierno? Pero fuentes próximas al fiscal general afirman que no está preocupado al respecto. «En su móvil no tiene ningún mensaje con Moncloa y en este sentido está absolutamente tranquilo», aseguran.

Fuentes de las acusaciones no lo tienen tan claro. «Del análisis de ese móvil va a salir petróleo», apuntan, poniendo de relieve que si hubo algún tipo de consigna para contrarrestar la información que García Ortiz ha calificado como «bulo» –que fue la Fiscalía la que ofreció a González Amador un acuerdo de conformidad, y no al revés–, la comunicación se estableció directamente con el fiscal general. «Un ministro no se rebaja a hablar con una fiscal jefe provincial», enfatizan. De hecho, se muestran convencidos de que la filtración investigada se produjo «desde el móvil del fiscal general» .

Algo que niegan rotundamente desde el entorno de García Ortiz. «No hay ninguna prueba de que los filtre él», afirman en relación al cruce de correos que se publicó la noche del 13 de marzo (antes de que el fiscal general, insisten, los recibiese a las 21:54 horas). Y en cuanto a la filtración de la denuncia (que según la UCO se publicó en un medio de comunicación el 12 de marzo tres horas antes de que el fiscal del caso la remitiese a la defensa del novio de Ayuso), esas mismas fuentes insisten en que «no es cierto que se filtrara desde la Fiscalía; eso ya se demostrará». Y, en todo caso, hacen hincapié en que una instrucción de la Fiscalía avala que los escritos del Ministerio Público se pueden difundir «cuando ya se han presentado en el juzgado, antes jamás, al margen de cuándo se notifiquen». Y en este caso, subrayan, la denuncia ya se había remitido el 20 de febrero al decanato de los juzgados de Plaza de Castilla, que la registró el pasado 5 de marzo (dos días después, la Fiscalía de Madrid la remitió a la Agencia Tributaria).

De hecho, ponen de manifiesto que cuando la fiscal jefe de Madrid recibió la denuncia contra González Amador «no sabe ni quién es» y no se entera de que es la pareja de Isabel Díaz Ayuso «hasta el 7 de marzo» tras la llamada de un periodista.

A la espera de que la UCO exponga al juez sus conclusiones sobre el análisis del móvil de García Ortiz, esas mismas fuentes apuntan que su cada vez más próxima citación como investigado «no cambia nada» (en relación a una posible renuncia que le reclaman dos de las tres asociaciones fiscales). Muy al contrario, añaden, tendrá «la oportunidad de explicarse» dado que –lamentan– hasta la apertura de la causa penal en el Supremo «estaba en una situación de indefensión».

Desde el entorno de García Ortiz se considera que el informe de la UCO «está absolutamente descontextualizado» al no tener en cuenta el cruce de mensajes anteriores al 8 de marzo, dando la impresión que es Diego Villafañe, teniente fiscal de la Secretaría Técnica, quien reclama la denuncia contra González Amador, cuando «no la reclama él, sino que la fiscal jefe provincial de Madrid se la envió el día anterior en cumplimiento del artículo 25 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal al afectar a una persona de relevancia social».

Y, además, señalan en relación a esos mensajes que cuando Villafañe le pide a Pilar Rodríguez, fiscal jefe de Madrid (y también investigada), que se cuide –«nos haces falta»– es porque se acababa de incorporar de una baja médica, y no porque se pretendiese recompensarla con un nombramiento.