Covite evidencia la falta de sintonía entre la clase política y los damnificados por ETA

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) que, junto a otras ocho asociaciones, no ha asistido al homenaje brindado hoy en el Congreso a las víctimas del terrorismo, ha hecho público de voz de su presidenta, Consuelo Ordóñez, el manifiesto que ha entregado minutos antes en la Cámara Baja. Un documento en el que, como ya anunciaron ayer, especifican que «no se dan las condiciones éticas y morales» para que, como damnificados por ETA, acudan al homenaje. Así, en su nombre y en el de las asociaciones firmantes, señalan que homenajes como el de hoy carecen de sentido, pues buscan «evidenciar una sintonía entre poder político y damnificados por ETA que no existe». A su juicio, las grandes fuerzas políticas de este país han renunciado a construir un escenario en el que el proyecto político de ETA «sea derrotado».

Y prueba de ello, señala Covite, es que «en España sigue sin aplicarse la Ley de partidos». Las víctimas denuncian que el brazo político de ETA atenta diariamente contra la memoria de los asesinados desde hemiciclos como el del Congreso de los Diputados o el del Parlamento Vasco. Aseguran que formaciones como Amaiur y Bildu, «legales a ojos de la Justicia», siguen sin condenar los asesinatos selectivos de la banda terrorista, por lo que la clase política no debería permitir que «el brazo político de ETA», sin condenar el terror, siga en las instituciones incumpliendo día tras día las sentencias y leyes de nuestro ordenamiento jurídico.

Entre las motivaciones que han llevado a Covite y otras asociaciones a no asistir a este homenaje se encuentran los «más de 400 atentados mortales sin esclarecer». Las víctimas consideran que un Estado no puede permanecer «impasible» ante los más de 70 asesinatos cometidos antes de la amnistía de 1977, sin esclarecer, y los más de 300 crímenes que la banda perpetró en democracia y que siguen sin resolverse. Y es en este punto donde las víctimas se muestran más indignadas, ya que consideran que los poderes públicos están trasladando la carga de la resolución de estos crímenes a las asociaciones de víctimas o a la iniciativa individual.

Tampoco aprueban que los políticos hayan abandonado «la batalla de la memoria». Según el manifiesto, el Congreso de los Diputados asiste impasible ante los «alardes de desmemoria de los herederos de Batasuna y del entorno de ETA», que promueve un relato irreal de décadas de asesinatos selectivos sin que el poder político encauce una respuesta efectiva. Este germen del terrorismo, a su juicio, «arrincona de nuevo a las víctimas en sus propias casas». Y añaden que el Estado no puede obviar el fin último del cumplimiento de la pena de un condenado por terrorismo: la reparación del daño causado a sus víctimas. Sólo así, apuntan, llega la reinserción del penado. Eso sí, debe aplicarse fiel a la ley, sin olvidar el único requisito que beneficia a los damnificados, «la colaboración en el esclarecimiento de los 400 atentados sin resolver».

En definitiva, desde Covite denuncian que la voz de las víctimas del terrorismo es «desoída de forma sistemática por parte de la clase política» y no es concebible desoír las «justas reclamaciones de la mayor tragedia que ha vivido este país en la historia mas reciente: el terrorismo». Por este motivo, piden al Estado que reflexione y asuma las responsabilidades por «la dejación en la que ese Estado de derecho ha incurrido durante décadas».

«No son tiempos de homenajes, son tiempos de trabajar por la memoria, la dignidad y la justicia», reclaman las víctimas. Y van más allá al recordar que nunca han pedido venganza, sólo la aplicación de la Ley. La verdadera paz no se asienta en el olvido y en la impunidad, sino en la justicia y en la memoria y sólo así, explican en su manifiesto, se alcanzará un escenario digno, para las víctimas del terrorismo y para todos los demócratas. Es por todo ello por lo que las víctimas del terrorismo, «por respeto a los muertos, sólo podemos declinar la invitación al homenaje que tendrá lugar hoy en el Congreso de los Diputados», finaliza el documento.

Entre los firmantes de este manifiesto se encuentra la Asociación de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo (ACFSEVT); Asociación de ertzainas, familiares y víctimas del terrorismo (Aserfavite); Asociación Gallega de Víctimas del Terrorismo (Agavite); Asociación Riojana de Víctimas del Terrorismo (ARVT); Associació Catalana de Víctimes d'Organitzacions Terroristes (ACVOT); Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo (AEVT); Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (ACAVITE); y Asociación pro amenazados, perseguidos y exiliados por causa de ETA (Zaitu).