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Opinión
Cosa Nostra
Lobato ha intentado asustar a Sánchez, pero la bomba es de tal magnitud que puede acabar con todos
Juan Lobato se puede llevar por delante a Pedro Sánchez, todo depende de hasta donde esté dispuesto a llegar. El asunto deja desnuda a una organización que usa métodos poco éticos y en la que la desconfianza entre dirigentes parece ser la norma.
Lobato tuvo oportunidad de rebelarse contra Moncloa por asuntos tan importantes como el cupo catalán o la Ley de Amnistía, pero calló, asumió y defendió los dictados de Sánchez porque pensaba que así mantendría su sillón en el PSOE de Madrid.
Tan solo se ha enfrentado abiertamente cuando el líder socialista ha hecho movimientos para echarle. No lo ha hecho en torno a una posición de Estado, sino por defender su puesto.
De lo que ha ocurrido se extrae la conclusión de que, desde Moncloa, se produjo la filtración contra la pareja de Díaz Ayuso y que se ha podido cometer un delito. Lobato, sabedor de ello, decidió guardarse la bala en forma de correos electrónicos y mensajes incriminatorios y bajo llave notarial, pero no para denunciarlo sino para usarlo si llegaba el día en que quisieran relevarlo.
El resumen es que Juan Lobato ha intentado asustar a Sánchez, pero la bomba es de tal magnitud que puede acabar con todos. Desde la Moncloa se afanan en criminalizar a Lobato tildándole poco menos que de chantajista y asegurar que ellos no han filtrado el famoso expediente. En ello hay una contradicción, si no hay nada turbio, no habría notario ni el revuelo que se ha originado.
El viernes declarará en calidad de testigo ante el Tribunal Supremo, no tiene nada que perder, porque Sánchez no va a parar hasta que lo destruya. Lobato lo sabe porque él también ha participado en operaciones similares, solo que, en aquellas ocasiones, las víctimas eran otros.
Lo razonable es que el Tribunal llame a declarar a Pilar Sánchez Acera, persona de confianza de Simancas y con altas responsabilidades en la Moncloa, también como testigo del proceso. Si Sánchez Acera no quiere salir como imputada de la declaración, deberá responder a la pregunta de quién le facilitó el documento filtrado de la causa contra el novio de Díaz Ayuso. La respuesta solo puede ser que se lo dio un superior o la fiscalía, en cualquier caso, Pedro Sánchez tiene un problema.
Aldama ha empezado a tirar de la manta, cuya derivada más peligrosa incluso que las mordidas por las mascarillas será el rescate de Air Europa. Sin embargo, el movimiento de Lobato puede ser más letal que los dos asuntos juntos.
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