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Alfonso Rueda: El único freno al radicalismo

«O tengo mayoría o no gobierno», advierte Alfonso Rueda, galleguista y español, que hoy se juega o todo o nada

Ha soportado una campaña sucia de todos contra él: Pedro Sánchez, Rodríguez Zapatero, el PSOE, el BNG y Sumar desplegaron todos sus esfuerzos en atacar al candidato del PP, Alfonso Rueda, sin defender sus programas. Todo vale para logar expulsar de la Xunta de Galicia al hombre que ha sido su presidente durante veinte meses, pero diez años vicepresidente con Alberto Núñez Feijóo. Una etapa en la que esta comunidad tuvo sus mejores datos en estabilidad y prosperidad económica. Rueda es un hombre tranquilo, un gallego puro como su gran amigo y mentor Núñez Feijóo, de quien fue su sombra tanto tiempo. Ha evitado entrar al trapo de los ataques pero desnuda claramente al Bloque Nacionalista Gallego y su nacionalismo radical, marxista-leninista. Azote de este riesgo, el candidato popular advierte de los peligros soberanistas que asustan a las empresas y pueden detener la vía de progreso en Galicia. Por ello, se erige en el único candidato con garantías de buena gestión, los datos le avalan, reclama repetir la mayoría absoluta del PP y resalta que el voto inútil de Vox sería muy celebrado por los partidos de la izquierda.

Rueda
RuedaIlustraciónPlatón

Alfonso Rueda Valenzuela, nacido en Pontevedra, hijo de un histórico político del PP gallego, José Antonio Rueda Crespo, se inició en las Nuevas Generaciones de esta tierra. Licenciado en Derecho ocupó diversos cargos en la Xunta y cuando Alberto Núñez Feijóo fue elegido presidente del partido asumió la secretaría general. Desde entonces ambos fueron inseparables y forjaron un tándem personal y político que llevó a Galicia su mejor balance de gestión. Rueda es un hombre que rara vez pierde los estribos, muy apegado a su familia, su madre Lola de Valenzuela, su esposa Marta Coloret, y sus dos hijas Marta y Beatriz, que le llaman «papá Alfonsito». Quienes bien le conocen le definen como un gallego en estado puro, observador, trabajador y confiable. Una persona serena para templar las olas bravas que salpican las costas de su tierra. Es el único candidato que puede frenar al nacionalismo y la izquierda radical, tan dañinos en otros puntos de España. Su estilo político, similar al de Feijóo con sus cuatro mayorías absolutas, es serio, moderado y pragmático. En su faceta personal defiende las tradiciones del «terruño», como cuando era actor de niño en el teatro Provincial de Pontevedra.

Asegura que en estas elecciones «nos jugamos Galicia, pero también España». Muy cierto, porque Alfonso Rueda es el dique de contención frente al radicalismo. No contempla para nada un Plan B de pactos, porque necesita revalidar la mayoría absoluta frente a un bloque soberanista e izquierdista. «Mi padre me enseñó que este es un oficio duro, con presiones y vértigos», dice el candidato popular sin alterarse ante los ataques de sus adversarios. «O tengo mayoría o no gobierno», advierte Alfonso Rueda, galleguista y español, que hoy se juega o todo o nada.