La conversación con LA RAZÓN se produjo ayer por la mañana, cuando todavía en el PP andan digiriendo las consecuencias de la ruptura con Vox. El presidente Mañueco desvela las claves de cómo se concretó esa ruptura, de sus pasos futuros y también da su opinión sobre lo que hay que hacer con los dirigentes de Vox que puedan pedir «asilo» en el PP.

Sólo usted y el presidente de Murcia podrían ser objetivo de una moción de censura por parte de Vox en solitario porque esta formación tiene el porcentaje de diputados necesarios. Éste es un factor que entiendo que pueda pesar aún más a la hora de plantearse la posibilidad de una convocatoria de elecciones, después de la decisión de Abascal de romper los acuerdos de coalición.

Mantengo la misma posición que antes de la ruptura del pacto por parte de Vox. Descarto convocar elecciones anticipadas. El Gobierno de Castilla y León funciona. Ahora mi intención es gobernar en solitario, con acuerdos puntuales, que buscaremos entre los distintos grupos políticos de las Cortes de Castilla y León. Siempre me encontrarán en el diálogo y en el consenso. En cuanto a esa hipotética moción, nadie entendería la unión de Vox y el PSOE para echar del gobierno al PP. Vox cuenta con 13 de los 81 parlamentarios que integran las Cortes de Castilla y León.

Pero entonces, ¿descarta que haya un anticipo de elecciones incluso si no consigue una situación de gobernabilidad estable?

En estos momentos no se dan los motivos para anticipar las elecciones. Por tanto, confío en que todos los grupos políticos dialoguemos desde nuestras legítimas diferencias. Por mi parte, insisto, mantendré el rumbo fijado, que es la intención de acabar la legislatura.

¿Seguirá aplicando el programa que firmó en el acuerdo de coalición o se desentiende ya de él?

El Gobierno de coalición del PP-CyL y Vox concluyó el pasado jueves, porque la dirección nacional de Vox decidió romperlo de forma injustificada. Nuestra prioridad será cumplir los compromisos manifestados en el Debate de Investidura y en los debates del Estado de la Comunidad.

¿Da por concluidos también, entonces, los compromisos especialmente más ideológicos, polémicos y alejadas del centro, como todo lo que tiene que ver con las nuevas leyes de memoria histórica, el franquismo o la violencia machista?

Siempre, tanto de forma personal como institucional, he mantenido un compromiso irrenunciable en la lucha contra la violencia machista. De hecho, mi Gobierno autonómico ha incrementado un 10% el presupuesto destinado al fomento de las políticas de igualdad y atención a las víctimas de violencia de género. Aquí el único camino posible es seguir avanzando, si cabe, aún con mayor fuerza. Respecto a ley de concordia, nuestro planteamiento es la condena a la dictadura franquista, respeto a las víctimas y puesta en valor de la Transición para superar el pasado. Dicho esto, nuestra prioridad son los compromisos adquiridos en la investidura como presidente y en los debates del Estado de la comunidad para seguir haciendo de Castilla y León una comunidad de referencia en educación, servicios sociales y economía.

Con cierta sordina, pero sí que percibo que hay cierta preocupación a que el discurso antiinmigración de Vox cale en la opinión pública como está ocurriendo en otros países europeos. Y que eso les perjudique. Ante esto, ¿qué van a hacer?

El auténtico riesgo es la política migratoria de Pedro Sánchez, que navega entre la improvisación y la incompetencia. España necesita una política migratoria que aborde de manera eficaz la relación con terceros países, la cuestión de las mafias, la solidaridad entre comunidades y, por supuesto, la humanidad y empatía que merece todo migrante, especialmente si es una niña o un niño y no está acompañado por sus padres. El Partido Popular sí puede ofrecer esta política migratoria. De implementarse, estoy convencido de que la actual problemática quedaría en gran parte solucionada.

Este sábado Abascal hablaba de imponer «un plan de deportaciones para los ilegales». ¿Qué piensa de este titular?

Insisto, creo que el Gobierno Sánchez está mostrando una vez más su ineficacia. Vuelve a mirar para otro lado y no da respuestas. Hay que abordar la política de migración desde la responsabilidad y la seriedad. No valen improvisaciones. Hay que respetar los derechos humanos y los convenios internacionales.

"España necesita una política migratoria que aborde de manera eficaz la cuestión"

¿Hay que endurecer, en todo caso, las políticas contra la migración?

Tiene más bien que haberla. Porque ahora mismo en España, debido a la incompetencia e improvisación de Pedro Sánchez, sencillamente no la hay. Tiene que haber una política de migración que defienda nuestras fronteras y que trabaje con los países de origen para que tengan paz, futuro y prosperidad y sus ciudadanos puedan permanecer en su tierra.

¿Usted se cree que el motivo de la ruptura sea de verdad la acogida de los menores no acompañados?

Por lo que cuentan aquí en Castilla y León, ni los votantes ni los dirigentes de Vox en la comunidad lo entienden. Han visto que ésta ha sido una decisión injustificada que se ha tomado por su dirección nacional. Aquí estamos hablando de la acogida 21 niñas y niños en una comunidad con más de dos millones de habitantes. Creo que eso lo dice todo.

"Hablamos de la acogida de 21 niñas y niños en una región de más de 2 millones de habitantes"

Y si no es la razón, ¿qué otra explicación le da?

Ha sido una decisión absolutamente injustificada e incomprensible, que enmarco en una estrategia de la dirección nacional de Vox que ha antepuesto sus intereses electorales a Castilla y León.

Estoy escuchando dentro de su partido a voces que sospechan que en la recolocación en Europa de Vox, en la órbita de Orbán, y con ello también de Putin, hay interés político y también económico. ¿Le suena creíble?

Mi postura es no opinar sobre la vida interna de otros partidos políticos, máxime cuando falta tanta información al respecto porque todo se maneja con una notable opacidad. Lo cierto es que ni muchos de los dirigentes de Vox en Castilla y León han entendido esta decisión.

¿Hoy a Abascal ya si se le puede llamar líder de un partido de extrema derecha? Porque siempre han tenido muchos recelos a utilizar esta denominación.

Nunca me ha gustado poner etiquetas a las organizaciones políticas, mucho menos a las personas. Vox debe clarificar hacia dónde quieren caminar en el futuro. La cúpula directiva nacional ha decepcionado a su militancia y a sus votantes.

Mirando ahora hacia atrás, ¿creen que el PP se equivocó al legitimar alguna de las políticas por falta de contundencia o vaivenes? Me refiero al tema migratorio o en algunos casos a cuestiones relacionadas con la violencia machista, por ejemplo.

Nunca hemos legitimado la violencia machista ni directa ni indirectamente, jamás; respecto a cuestiones sobre el tema de migración, Castilla y León ha sido, es y será una tierra solidaria.

Esta decisión de Abascal se ha interpretado en una primera lectura como un golpe de suerte para el PP y una ventana de oportunidades. ¿No le ve usted ningún riesgo?

En la vida siempre hay cuestiones que no controlas, que no puedes decidir, pero nosotros vamos a convertir esta situación en una oportunidad de futuro para Castilla y León. Desde el Gobierno de la comunidad hemos defendido siempre nuestra eficacia y utilidad para las personas de nuestra tierra. Somos líderes en la prestación de servicios públicos, la economía crece y se crea empleo. Nuestro objetivo seguirá siendo el de avanzar por y para todos los castellanos y leoneses, ése es nuestro camino y nadie nos va a distraer.

"La cúpula de Vox ha decepcionado estos días tanto a su militancia como a sus votantes"

¿Y hay riesgos para Vox?

Creo que la cúpula nacional de Vox ha tomado una decisión incomprensible para sus cuadros y afiliados. Y por lo que dicen sus votantes, están defraudados.

¿No deberían romper ahora ustedes los pactos municipales que mantienen con Vox en coherencia con esta deslealtad?

El pacto de gobierno, que funcionaba y era eficaz, se ha roto por una decisión unilateral tomada desde la cúpula de Vox en Madrid. Los pactos municipales, que son igualmente eficaces y funcionan, deben continuar; pido a la dirección nacional de Vox que no se entrometa y no genere más confusión.

¿Cómo se vivió dentro de su Gobierno de coalición, y dentro de los representantes de Vox, el anuncio del jueves previo a la ruptura?

Tuvimos Consejo de Gobierno y todos actuamos con responsabilidad, pero se respiraba en el ambiente la decisión que se tomó por la tarde. Nadie quería romper el Gobierno de coalición. La voluntad de todos los miembros de Vox en Castilla y León era la de colaborar con el ejecutivo autonómico, pero otra cosa fueron las instrucciones que les dieron desde Madrid.

¿Habló personalmente con alguno de los dirigentes de Vox?

A los consejeros cesados les agradecí su buen trabajo, porque es cierto; ambos han realizado una buena labor, con sus luces y sus sombras, como las de todos, y del vicepresidente acepté su renuncia, agradeciéndole sus palabras de afecto hacia mi persona. Y Gonzalo Santonja, como saben, continúa como consejero de Cultura por mi confianza personal hacia él desde hace tiempo.

"En el PP somos un partido que siempre aspira a gobiernos en solitario y desde la centralidad"

¿El PP debe estar abierto a los dirigentes de Vox que quieran abandonar las siglas, como ya ocurrió con Ciudadanos?

Creo que a día de hoy cada caso es singular y como tal, de producirse, ha de abordarse.

Pero hay perfiles muy controvertidos…

Por ello le insisto en que los casos, de darse, han de analizarse individualmente.

¿Será fácil para el electorado de derechas entender este nuevo marco de partidos, con Alvise y Abascal presionando por la derecha?

Yo solo le puedo hablar del PP. Somos un partido que siempre aspira a gobiernos en solitario y desde la centralidad. En todo este proceso creo que reforzamos nuestro proyecto de centro, ajeno tanto a cualquier tipo de populismo como a la improvisación, incompetencia y radicalismo de Pedro Sánchez y sus socios.