Fernando Cancio
Alberto Fraile: “Desconectamos el teléfono ante las amenazas para expulsar a los agentes”
El director de uno de los hoteles que alojaban a policías reconoce presiones para echarles
El director de uno de los hoteles que alojaban a policías reconoce presiones para echarles
El dispositivo policial con motivo del desafío independentista en Cataluña incluyó el alojamiento de policías y guardias civiles en hoteles de diferentes localidades catalanas. Con ello llegaron los escraches, el acoso a los agentes y en varios casos, la expulsión de los contingentes de dichos establecimientos. Por ello, esta mañana han declarado como testigos los propietarios de dos de esos hoteles, quienes han asegurado que sólo se produjeron “algunas concentraciones” no violentas. Eso sí, uno de ellos ha reconocido presiones y “amenazas” para que los expulsase.
El primero en tomar la palabra ha sido, Alberto Fraile, el director del hotel Gaudí de Reus (Tarragona), donde efectivos de la UIP de la Policía Nacional estuvieron desde el 12 de septiembre de 2017 al 4 de octubre. “Llegaron el 12 de septiembre el primer grupo de unos 40 y a partir del 19, otro, hasta aproximadamente 110” efectivos, ha explicado. Durante todo este tiempo, las protestas ciudadanas en las inmediaciones y las pintadas en contra fueron la tónica dominante, aunque según Fraile, sólo se produjeron “algunas”, matizando que únicamente “dos días de los varios que hubo concentraciones sí que hubo muchas personas”. En ellas, ha recordado, gritaban “Fuera la Policía” y “Fuera las Fuerzas de ocupación”, además de insultos.
Con motivo de dicha estancia, el Gobierno local aprobó un manifiesto exigiendo el desalojo de los agentes. En un principio se afirmó que fue éste el motivo por el que el hotel decidió expulsar a la Policía, aunque después el propio dueño confirmó que fue porque se acabó el contrato de alojamiento, algo que ha reiterado ante el Tribunal: “La primera reserva era de una semana y la prolongaron hasta el 4 de octubre, que era el último día que tenían. Se acabó la reserva”.
Tras él ha declarado el administrador del hotel Travé de Figueras (Gerona), donde se alojaban guardias civiles y policías nacionales. Según ha explicado, el contingente era de “más de un centenar” de uniformados. El responsable del establecimiento ha dicho que únicamente se registraron dos concentraciones “pacíficas” en las inmediaciones “no muy numerosas”: “Una de estudiantes a mediodía y otra de partidarios, de gente que les apoyaba”. Eso sí, ha recordado que fueron los propios agentes los que “establecieron un perímetro de seguridad exterior”.
Sin embargo, al contrario que Fraile, ha relatado que él sí que recibió presiones en forma de llamadas telefónicas para expulsar a los agentes: “Fueron numerosas, hasta el punto que desconectamos el teléfono. Era para hacer presión para que se fueran”. Y ha recordado el contenido de estas llamadas: básicamente “insultos y alguna amenaza”. Por ello, optaron por “avisar a los policías porque no podíamos ejercer nuestro trabajo”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar